LAS CLAVES L�XICAS
EL HUMOR NEGRO Y OTROS HUMORES
En cuanto entramos en el terreno de lo in-efable (de lo que no se puede explicar con palabras), hemos de andar con muletas. Es dif�cil encerrar en palabras los estados an�micos; al final las dos grandes clasificaciones son el buen humor y el mal humor, que subdividimos en muy buen o excelente humor, y muy mal humor o humor de perros. Pero como esos humores andan ocultos en el cuerpo y nadie sabe a ciencia cierta si son negros o de qu� color son, los hablantes hispanos hemos dejado la melancol�a (as�, en griego) para los poetas, y el humor negro (as� en castizo) para los humoristas m�s descarnados; y nos hemos pasado con armas y bagajes a otros humores m�s f�cilmente contrastables.
El rey de todos ellos, el humor blanco, es decir la "mala leche" seguida de la "mala uva" y de la "mala baba", sin�nimos los tres aunque de origen diverso. La "mala leche" es machista de la peor especie; procede del �mbito del sexo y se refiere al que tiene una forma desabrida de copular; dicho en plata, el que en vez de hacer el amor, "jode" todo lo que puede, ocasionando insatisfacci�n en la que lo sufre y en s� mismo, con lo que en vez de obtener sosiego �l y ella, cosechan ambos frustraci�n e irritaci�n, porque despu�s del coito, quedan peor que estaban.
La expresi�n pretende atribuir el mal temple de estos individuos y el mal cuerpo y peor esp�ritu quedeja en quienes la reciben, a la calidad perniciosa de su "leche", el humor que determina con m�s fuerza su estado an�mico. La "mala uva" tiene un sentido parecido al anterior, pero pertenece al �mbito de la bebida. Para decir que uno est� muy borracho se usa la expresi�n "hecho una uva" o "m�s borracho que una uva". Muy probablemente, por tanto, "tener mala uva" significa tener mala borrachera.
Lo de la mala baba no est� documentado; aunque de todos modos estas dos �ltimas expresiones se usan como alternativa de la primera, por suavizar un tanto el lenguaje. En cuanto al humor m�s abundante, la sangre, las expresiones son numerosas y casi todas de comprensi�n directa: "tener sangre de horchata", "bullirle a uno la sangre en las venas", "tener sangre fr�a", "tener mala sangre", "tener la sangre gorda", "sub�rsele a uno la sangre a la cabeza"... expresan todas ellas estados an�micos descritos pl�sticamente. Estos humores m�s directamente controlados han desplazado al primitivo humor negro, la melancol�a, que explicaba los malos estados an�micos.
Su origen griego ensancha la capacidad evocadora de la palabra, a costa de la simplemente denominadora. Esta palabra ha hecho fortuna en todas las lenguas rom�nicas y su significado se ha estirado al gusto de cada lugar y de cada �poca. Trat�ndose de una palabra que denomina estados an�micos, es bastante normal que as� sea, porque si hay materia vol�til e inaprensible, esa es el �nimo, el anemoV(�nemos) que dir�an los griegos, es decir el aire, el soplo, el esp�ritu.
Seguro que no hay dos suspiros iguales. Es cosa sutil y dif�cil clasificar suspiros; por eso se les ha dejado este menester a los poetas. Estos fueron los que entraron a saco en la melancol�a, y la convirtieron en uno de sus baluartes rom�nticos. No importa que su color fuese el negro, el menos amado por los poetas, y que su sustancia fuera la bilis. Era una bella palabra, f�rtil campo de cultivo del amor a la tristeza.
EL ALMANAQUE se recrea hoy en la melancol�a, tema que les usurparon los poetas a los m�dicos.
La pena de mi coraz�n se ha convertido en paz como el atardecer entre los �rboles silenciosos. Rabindranath Tagore
La melancol�a es parte de la corona del poeta
El REFR�N : A LAS PENAS, PU�ALADAS
LAS COSAS Y SUS NOMBRES - ORIGEN DE LA PALABRA
MELANCOL�A
Quiz�s es en esta palabra en la que mejor se sintetiza la convicci�n profunda de que el esp�ritu humano viaja por el cuerpo en las secreciones, llamadas tambi�n "humores". La melancol�a es, en efecto, un humor negro, es decir una secreci�n glandular negra. Porque as� lo entend�an los griegos crearon la palabra melagcolia (melanjol�a). Est� formada por melan (m�lan), que significa negro, m�s colh (jol�), que significa bilis, hiel. No olvidemos que de este segundo elemento se ha formado c�lera (la c�lera y el c�lera; humores en ambos casos).
En lat�n prefirieron la forma melancholia, transcripci�n del t�rmino griego, al latino atra bilis (bilis negra), del que se form� como cultismo el t�rmino "atrabiliario", que entr� en nuestra lengua como galicismo, pero que no ha hecho fortuna. Para los griegos melancol�a signific� desde el primer momento tanto el hecho fisiol�gico de la secreci�n y circulaci�n por el cuerpo de "humor negro", como su resultado psicol�gico. Y aun cuando el uso de esta palabra se fue decantando cada vez m�s hacia su vertiente an�mica, siempre estuvo presente para los griegos su valor primitivo. El adjetivo melagcolikoV (melanjolik�s) significa preferentemente la afecci�n an�mica (triste, melanc�lico, de humor sombr�o).
La palabra melancol�a naci� como t�rmino m�dico, fruto de la doctrina llamada "humorista", que ocup� la mayor parte de nuestra historia de la medicina, y que vuelve a despuntar espor�dicamente porque sus fundamentos no se mueven de sitio. Resulta divertida la definici�n antigua de "humorista": dec�ase del m�dico partidario de las doctrinas del humorismo".
Y "humorismo" era la doctrina m�dica antigua definida ya por Hip�crates, que explicaba la salud y la enfermedad por la acci�n equilibrada o desequilibrada de los humores en el cuerpo. La crasis era el equilibrio entre los cuatro humores b�sicos (sangre, flema, bilis y atrabilis -humor negro o melancol�a-); y se llamaba crisis a la expulsi�n de los humores mediante el sudor, los v�mitos, la expectoraci�n, la orina, las deyecciones....
En el proceso de la enfermedad los m�dicos ten�an estudiado cu�l era el momento cr�tico, es decir aquel en el que se deb�a producir la expulsi�n de los malos humores. Quede constancia que las expresiones crisis y estado o momento cr�tico est�n sacadas de la antigua "medicina humorista".
En cuanto a la melancol�a, sigue formando parte de los cuadros cl�nicos, y se la define como una psicosis que se caracteriza por depresi�n profunda, dolor moral, sentimiento de culpabilidad, de desmoronamiento, de autodesprecio, afecciones que van acompa�adas por inhibici�n psicomotriz, lentitud del pensamiento y malestar corporal de tipo hipocondr�aco. Un cuadro que puede colocar al paciente al borde del suicidio.
Esta
enfermedad, igual que la tuberculosis, fue elevada a la categor�a de
sublime por el romanticismo. Estuvo presente en nuestra cultura y en
nuestra lengua desde siempre, sufriendo diversas modificaciones (melang�a,
metralg�a, melarch�a... ) que no prosperaron. Debido a su buena
prensa, la melancol�a ha sido objeto de obras literarias y
pict�ricas. Tirso de Molina compuso la comedia El Melanc�lico,
que tuvo un gran inter�s para el p�blico porque ve�a en el
protagonista al enigm�tico y melanc�lico Felipe II.