LA SABIDURIA DE LO ENFERMO:       Dr. Javier Martínez y Dra. Maria Jesús Clavera

Nuestra joven 'Tecno-Medicina'

La Medicina que se enseña en las Facultades de Medicina occidentales y se usa en los hospitales en los ultimos decenios, se llama a sí misma 'medicina científica' y se basa cada vez más en el uso de fármacos y de instrumental técnico cada vez más sofisticados. En esta y futuras columnas, vamos a llamar 'Tecno-Medicina' a esta medicina occidental moderna, extendida ya a los cinco continentes.

No consideramos conveniente denominarla 'tradicional', pues precisamente es una de las más jovenes Medicinas de la Historia y una de la que más ha roto con la tradición secular del arte de curar, inclusive en nuestro propio continente. Llamarla 'convencional' tampoco nos convence, pues sólo es convencional en el mundo desarrollado (en la India y China, por ejemplo, es 'una de las medicinas' que los ciudadanos pueden elegir); en los dos últimos decenios, además, crece en todo el mundo el número de críticos de ciertos aspectos de la Tecno-Medicina.

Las ventajas de nuestra Tecno-Medicina es que es muy científica, rápida y efectiva: disminuye prontamente los síntomas, con gran alivio del enfermo y de los que le rodean. Y es difícil resistirse a esto. Sin embargo, da que pensar que la Vida, en su Evolución, haya querido que la inmensa mayoría de las enfermedades tengan asociados síntomas desagradables, como la postración o, incluso, muy desagradables, como el dolor. Quizas aliviar 'rápida y eficazmente' los síntomas tenga algo de imprudente: Los síntomas son mecanismos de alarma, como la 'luz piloto' que, en un coche, nos avisa de que la tamperatura del motor es excesiva: seria estúpido desconectar la luz piloto y lo que en estos casos hay que hacer es arreglar la verdadera 'causa primera'.

Sin embargo, el 'combate eficaz' que muchas veces propone la Tecno-Medicina es el de contrarrestar (y a veces mutilar) los mecanismos y moléculas de expresión sintomática, hacernos tomar 'fármacos eficaces', día tras día. Dichos fármacos contrarrestan rápida y eficazmente uno o varios de dichos mecanismos y moléculas ...mientras vamos tomándolos; de paso, como no podría ser de otra forma, nos convierten en dependientes de su toma continuada, y nos introducen los 'efectos secundarios' que, con el paso del tiempo, se van acumulando.

Pero, el peor 'efecto secundario' de todos es, por haber aliviado los síntomas, el hacernos olvidar la urgente necesidad de contrarrestar las verdaderas 'causas primeras'. Es mucho más importante, por ejemplo, descontaminar y 'vitalizar' el aire de nuestras ciudades, que administrar anti-asmáticos a nuestros niños y jóvenes afectados, por muy eficaces que se demuestren los fármacos.

Los malintencionados ligan la Tecno-Medicina a las 'Industrias de la Salud' y dicen que a estas no sólo les interesa crear dependencia continuada (base de la continuidad de sus ingresos) en los pacientes, si no contrarrestar lo menos posible las verdaderas causas primeras de las enfermedades, pues esto implicará disminuir mucho el número de pacientes. También las acusan de convertir en 'patológicos' procesos que siempre fueron naturales, como el embarazo, lactancia, menstruación, menopausia, etc, quizás por las mismas razones. Y que todo esto contribuye al creciente y agobiante gasto sanitario. La Tecno-Medicina, dicen sus críticos, centra cada vez más su area de atención en los tratamientos fisico-quimicos artificiales y sintomaticos; cada vez más se aparta de lo natural, psicoemocional y moral, de la la salud colectiva y del medio ambiente; y cada vez más tiende a olvidar el medio y largo plazo.

Nosotros reconocemos que algunas de estas 'tentaciones' se abren a veces paso en ella: en la medida que esto ocurra, la Tecno-Medicina se desacreditará ...hasta que rectifique. Pero la Tecno-Medicina es un gran (y parcial) instrumento que, como todo instrumento, puede usarse a veces mal, pero que debe usarse bien. Ha hecho grandes adelantos y ha salvado muchas vidas, sufrimientos y 'dependencias' innecesarias: la admiramos y alentamos a que siga adelante, en concurrencia con el resto de Medicinas (chinas, indias, africanas, etno-medicinas), y con el resto de Enfoques y Escuelas medicas (naturistas, higienistas, homeopáticas, fitoterapias, fisioterapias, psicoterapias, puncturistas, 'grupales', e incluso 'chamánicas', de 'sanación espiritual', etc), a las que debe respetar, y de las que la Tecno-Medicina tiene mucho que aprender. No debe juzgarlas como 'no-científicas', pues lo son en la medida en que se basen con coherencia en la realidad y la experiencia, aunque estas estén formulada en modelos a los que no estamos acostumbrados. .

Al igual que hemos de mantener la diversidad de especies y de razas, hemos de defender un mundo en el que puedan existir y concurrir todo tipo de Medicinas, en el que haya suficiente información para conocer sus resultados y costos finales, para perseguir la incompetencia, el delito y el fraude (en cualquiera de ellas), y en el que los ciudadanos podamos realmente elegir.
 

Portada - Indice