PARALÍMPICO
Es un neologismo
bastante afortunado, que responde al mismo tiempo a la idea de
minusvalía mediante la asociación casi inevitable con el término paralítico,
con el que asociamos todo el mundo de las sillas de ruedas; y a la
idea del olimpismo, mediante la incorporación de este elemento
en el segundo tramo de la palabra (a falta de la o inicial).
Sugiere también la idea de paralelismo, de juegos paralelos,
mediante las dos sílabas iniciales, que nos llevan a las paralelas.
Cuando uno intenta adivinar cómo se ha formado esta palabra, esas son
las tres primeras impresiones que saltan a la mente. Está claro que
no se deben al azar tan felices coincidencias, sino que son fruto de
un propósito bien encauzado. Es pues una denominación excelente para
una realidad magnífica. La Real Academia Española ha terciado en el
asunto, y ha manifestado que la forma correcta de esta palabra ha de
ser parolímpico (descarta también la fórmula paraolímpico
que otros proponen). Por supuesto que desde el punto de vista formal,
la Academia tiene toda la razón: en efecto, cuando choca la última
vocal del prefijo con la primera del lexema principal, de modo que
forma hiato, es siempre el prefijo, inferior en rango, quien cede la
vocal. El evidente significado de la palabra tal como la propone la
Academia, se reduce a "Juegos Olímpicos Paralelos". Está
claro que si aceptamos la forma propuesta por la Academia, reducimos
las evocaciones que arrastra consigo la palabra en la forma en que está
hoy vigente.
En cualquier caso,
tanto si se trata de sugerir la idea de paralítico como si es la
imagen del paralelismo la que se quiere presentar con el primer
elemento de la palabra, ambas son feudatarias del prefijo griego para (pará).
Basta alinear una serie de términos formados en nuestra lengua con
ese prefijo para darnos una idea si no de su significado, sí al menos
de su valor de uso: paralelo, paralítico, parapléjico, paranormal,
parapsicológico, parafasia, paranoia, parámetro, parásito, parábola,
paradoja, paradigma, parafernales, paraestatal, paramilitar, son
suficientes para apreciar el alcance de este prefijo. Para (pará)
significa junto a, al lado de, al margen de, comparado con... es decir
que en cualquiera de las traducciones se cuenta con un término de
referencia, del que el nuevo término es un satélite por yuxtaposición,
por contraposición, por procedencia, etcétera. Por eso el término
que le sigue es el que aporta la principal base significativa. En el
caso de paralímpico (o como prefiere la Academia, parolímpico)
la base significativa próxima son los Juegos Olímpicos, pero en la
recámara de las evocaciones quedan la ciudad de Olimpia e incluso el
mismo Olimpo, la morada de los dioses, el reino de los laureles y de
la gloria. Y es aquí donde yace el principal valor significativo de
esta palabra, en el hecho de haberles abierto las puertas de la gloria
olímpica también a los que han de competir lastrados por especiales
impedimentos físicos o psíquicos. El valor humano que comporta la
aceptación de pruebas lastradas les da a los Juegos Olímpicos una
profunda dimensión. Por eso deberíamos dar un paso más en esa
dirección, y en vez de discutir si los llamaremos paralímpicos,
parolímpicos o paraolímpicos, tendríamos que dar el gran salto y
conseguir que fuesen una categoría más en los juegos generales, en
vez de mantenerlos como juegos al margen, al lado, paralelos.
Mariano
Arnal
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