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NOESIOLOGÍA 

Todo el que encuentra una explicación sencilla a un problema arduo, tiende a convertir su doctrina científica o filosófica en doctrina religiosa; a crear una especie de culto en torno a esas doctrinas y quienes las imparten. Es el caso del positivismo, del magnetismo, de la cienciología y tantas otras. Por eso hay que advertir que bajo el nombre de noesiología no se oculta una teoría filosófica, como podría hacer pensar el elemento nohsiV / nóesis (aplicación de la nouV / nus = inteligencia) que se suele traducir como pensamiento, sino una bien construida y experimentada teoría médica. 

Para valorar equilibradamente esta denominación, tendríamos que aparcar el concepto de nouV (nus) que se nos transmitió con la filosofía de Kant (el que distinguía en el conocimiento el fenómeno jainomenon / fainoménon = lo que se manifiesta, y el noúmeno, lo que capta el espíritu, la nouV / nus), porque si hay términos especialmente delicados, son los que se refieren a las acciones de los sentidos y de la mente, y a la expresión de los sentimientos. NohsiV (nóesis) es en su significado más primario, la acción de introducirse en el espíritu, la concepción, captación o comprensión de una cosa. Luego se emplea este término para referirse a la capacidad de pensar, a la inteligencia y al mismo espíritu. Para afinar más aún, hemos de ir al verbo del que es sustantivación: nohw (noeo), que significa meterse en el espíritu a través de los sentidos (de ahí que se use con el valor de ver, percibir, darse cuenta, etc.); y meterse en el espíritu mediante un acto intelectivo, y en este caso significa comprender, captar algo.  

Vayamos un poco más lejos: los inventores de este grupo léxico, de la misma familia que onoma (ónoma)= nombre y gnwsiV (gnósis) = conocimiento, estaban convencidos de que el nombre era algo inmanente de las cosas, y que por tanto lleva su esencia. Nada tendría de extraño que esa creencia tuviese su origen en la convicción de que las cosas tienen un espíritu, que se manifiesta en su sonido, es decir en su nombre. En ese caso nohsiV (nóesis) sería la capacidad del propio espíritu, de penetrar en el espíritu de las cosas y captarlo; de aprehender su verdadero nombre. 

Con esos antecedentes habría que entender por noesiología (el diptongo de dos vocales fuertes es muy inestable), la ciencia sobre el funcionamiento de los procesos del conocimiento; sobre sus maneras de actuar. Si eso es así, y la aplicación a la medicina en general y a la anestesia en particular no es más que una rama de este conocimiento, habrá que convenir en que el nombre está bien hallado. No sólo eso, sino que si el fondo de esta disciplina es el control de los procesos mentales, para con ellos controlar la fisiología, se trataría de una auténtica revolución si fuese algo tecnificable (que probablemente no lo es). La noesiterapia se refiere ya explícitamente a la aplicación de los métodos de la noesiología al tratamiento de dolencias concretas y a su curación. En este contexto entran también la llamada anestesia psicológica y la analgesia psicológica. En estas denominaciones el referente es el “alma” yuch (psyjé), bastante más familiar que la nouV (nus), la mente. Son las sutilezas del lenguaje.

Mariano Arnal