EPILEPSIA
De epi-lambanw
(epí-lambáno) dicen todos los
etimologistas que procede esta palabra. Lo difícil es saber cuál es
su significado. La preposición epi (epí)
significa sobre, encima, por oposición a upo
(hypó) = debajo. Como prefijo, puede
funcionar de intensificador. Si pasamos a lambanw
(lambáno), el primer significado es
tomar, y por derivación poseer, coger con violencia, apresar, ser
poseído (upo nosou
/ hypó nósu) = por la enfermedad, por el furor, etc.: menoV
ellabe qumon (ménos
éllabe zymón) = la ira poseyó su espíritu; tomar posesión de
algo o alguien, ir contra alguien.
Hacer un repaso a los nombres y la
consideración que ha ido teniendo esta enfermedad a lo largo del
tiempo, puede ayudarnos a adivinar el significado de epilepsia. Morbus
sacer (y también morbus divinus), es una de sus líneas de
denominación. Significa enfermedad sagrada; su importante componente
psíquico la sitúa en la categoría de las enfermedades divinas (qeia
mania / zéia manía = divina
locura). Aunque al adjetivo sagrado se le dio la vuelta completa y
referida a males, significaba males o enfermedades enviadas por los
dioses, es decir las más terribles. A la forma más grave se la
conoció también, en efecto, con el nombre de gran mal (y con
el de pequeño mal a la más leve). Morbus herculeus, la
enfermedad hercúlea, fue llamada también en la antigüedad, quizás
por la extraordinaria fuerza que desarrollan los enfermos bajo los
efectos de un ataque de epilepsia. Se la llamó también en Roma morbus
comitialis (enfermedad de los comicios) porque éstos se suspendían
en cuanto alguien de la asamblea caía atacado por la epilepsia. Al
que sufría de esta enfermedad o caía fulminado por un ataque se le
llamaba comitialis (compartía nombre con el homo comitialis,
que era el votador profesional, que vendía su voto en los
comicios). A la misma línea pertenece la denominación de morbus
sonticus, que significa enfermedad grave (referido en especial a
la epilepsia); el morbus sonticus era en general toda
enfermedad lo bastante grave para constituir una excusa legal (lo más
probable es que tanto en cuanto a los comicios como en cuanto a los
juicios la suspensión ante un caso de epilepsia se debiera al carácter
supersticioso de los romanos, que lo considerarían una intervención
divina para castigar sin necesidad de juicio –sons, sontis
significa perjudicial, nocivo, culpable, criminal-). Se la llamaba
también morbus caducus (y caducarius o caducus homo al
epiléptico) probablemente en el sentido que actualmente damos a la
expresión "enfermedad terminal", enfermedad que lleva a la
muerte. Muchos nombres para una enfermedad. Sabemos por otra parte que
los judíos interpretaban los ataques de epilepsia como
manifestaciones de la posesión diabólica; creencia que pasó al
cristianismo y se intentó remediar mediante exorcismos. Si tenemos en
cuenta que epilepteuomai (epileptéuomai)
es estar poseído de furor; epileptoV (epileptós)
es el cogido in fraganti, el que es atrapado por un gran mal,
el epiléptico; y que epileyiV es
la acción de coger a alguien, de tomar posesión de él, bien puede
ser que los griegos pensaran en el fenómeno de la posesión al
denominar la epilepsia y que los romanos les siguieran a su manera.
Mariano
Arnal
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