EL ALMANAQUE DE LA MEDICINA Y LA SALUD

¿Sabías que hay un "colesterol bueno"?

El ácido oleico es el ácido mayoritario del aceite de oliva virgen y de algunas otras variedades de aceite vegetal. Una alimentación rica en ácido oleico contribuye a aumentar en nuestro organismo los niveles de lipoproteínas de alta densidad HDL (o "colesterol bueno"), que se encargan principalmente de retirar el exceso de "colesterol malo" de nuestros tejidos, equilibrando nuestra alimentación. Estas propiedades se traducen en un riesgo reducido de padecer enfermedad coronaria.

Aunque nuestro organismo puede fabricar por sí mismo ácidos monoinsaturados a partir del consumo de otro tipo de ácidos, los expertos aconsejan que nuestra dieta habitual contenga un alto contenido de ácido oleico ya que representa una fuente de energía fácilmente asimilable. Concretamente, la ingesta de aceite de oliva facilita la digestión, al aumentar la secreción de hormonas digestivas y la de ácidos biliares.

El ácido oleico es uno de los nutrientes más sanos de la alimentación, forma parte de nuestra cultura mediterránea, y es uno de los principales representantes de la dieta de nuestros abuelos, "la dieta saludable".

Tanto el ácido oleico como los ácidos omega 3 forman parte de un tipo de ácidos denominados "ácidos grasos insaturados".

Las grasas poco recomendables

Su consumo es necesario para el correcto funcionamiento del organismo humano, pero de forma muy limitada. Si se ingieren en exceso, los ácidos grasos saturados aumentan el nivel de colesterol y reducen la capacidad del organismo para eliminarlo, elevando el riesgo de aparición de buen número de enfermedades, fundamentalmente las cardiovasculares.

Las encontramos fundamentalmente en la carne, y aceites de coco y de palma. Pese a que estos aceites son desconocidos en la cocina española, lo cierto es que están presentes en gran parte de la bollería industrial que habitualmente ingerimos, y en otros alimentos que compramos ya preparados.

La comunidad científica internacional y las autoridades sanitarias coinciden en señalar la necesidad de reducir el consumo de este tipo de grasas a favor de una mayor presencia en la dieta de las grasas beneficiosas para la salud humana, los ácidos grasos insaturados.

Una dieta que incluya de forma regular todos los nutrientes necesarios en la cantidad adecuada nos protege de la aparición de numerosas enfermedades. Pese a que nuestra salud está influenciada por los estilos de vida actuales, podemos y debemos incidir nosotros mismos en mejorar nuestra alimentación y convertirla en saludable y equilibrada.

Autor: Puleva Biotech.