EL ALMANAQUE DE LA MEDICINA Y LA SALUD

Aceite de jojoba.

Probablemente usted ha escuchado hablar de este aceite o lo ha visto formando parte de algún producto cosmético. Con este artículo vamos a aclarar algunos aspectos de su procedencia y usos más comunes en la medicina natural.  

¿De dónde proviene el aceite de jojoba?
Debido a su color se le ha llamado también oro líquido. El aceite de jojoba se obtiene por la presión en frío de las semillas de un arbusto del desierto denominado Buxus chinensis. Este era utilizado por los indios americanos como alimento y medicina, especialmente como protector de la piel contra las fuertes radiaciones solares del desierto.

Es curioso como la madre naturaleza siempre otorga la medicina en el propio lugar dependiendo del clima y otros factores. Pero más que un aceite se trata de una especie de cera que a temperatura ambiente es líquida, presentándose con aspecto grasosa a diferencia de otros aceites de presión en frío.

Composición

En su compleja composición hay un 96% de ceramida, lo que hace que resulte extremadamente estable al calor y a la oxidación conservándose perfectamente con el paso del tiempo y manteniendo íntegras sus propiedades. Las ceramidas son sustancias las cuales recubren las células de la epidermis regulando su hidratación. Las ceramidas del aceite de jojoba son muy similares a las de la piel y actúan allí donde se necesita, ejerciendo una profunda hidratación y reestructurando el equilibrio graso de la piel.

En su composición también encontramos vitamina E, la cual elimina las radicales libres de la piel que son responsables del envejecimiento prematuro. Otro de sus componentes es el ácido linoléico el cual actúa regenerando las células de la piel. El aceite de jojoba tiene la capacidad de disolver el sebum, una especie de cera que se deposita en los folículos pilosos y que es causante de la caspa y la seborrea del cabello. En ese sentido, el aceite de jojoba penetra y disuelve los depósitos siendo importante para la regulación de la secreción sebácea excesiva de la piel y del cabello.

Usos del aceite de jojoba

  • Hidratante facial. Se aplica por las noches. Primero limpiamos el cutis y luego aplicamos el aceite de jojoba. mantiene la piel hidratada durante toda la noche.
  • Embarazo. El uso del aceite de jojoba aumenta la elasticidad de la piel y previene la flacidez y las estrías tan comunes durante la gestación.
  • Pieles grasas. Su uso en personas con pieles grasas y problemas de espinillas es muy adecuado ya que emulsiona el sebum y lo elimina. En los tratamientos contra el acné es preferible añadirle unas gotas de aceite esencial de árbol de té o tomillo.
  • En los baños. Añadir al agua de la bañera dos cucharadas de aceite de jojoba. Amortigua los efectos de desecación del agua de grifo.
  • Acondicionador de piel seca. Para los cutis secos el aceite de jojoba desempeña un factor importante al dejar la piel suave, humedecida y con su brillo natural.
  • Brillo y volumen del cabello. Añadir al champú que usted utilice 7 gotas de aceite dejando que actúe 3 minutos antes de aclararse el cabello.
  • Cabellos castigados y quebradizos. Untarse todo el cabello con aceite de jojoba y cubrirse con una toalla caliente durante 20 minutos. Lavarse el cabello a continuación con un buen champú. Loción para después del afeitado: agua y aceite de jojoba a partes iguales. Aplicar sobre la cara. Elimina el enrojecimiento y deja la piel suave.
  • Desmaquillante. Poner en un algodón unas gotas de aceite de jojoba. Elimina los restos de suciedad y nutre la piel.
  • Aceites de masajes. Es muy indicado en las elaboraciones de aceites de masaje especialmente para las manos y los pies. Elimina las durezas.

Autor: Sr. Joan Sisa Sentis. Fuente: www.ecoaldea.com