CLASE
Parece que fueron los griegos los que pusieron en circulación esta palabra, y que son
ellos los que determinan cuál será finalmente su valor de uso. Partimos de la palabra
griega klasiV (klásis; genitivo,
klasewV / kláseos), con la
que se designa la acción de quebrar, cortar, romper. KlasiV se llama también la poda de la vid. Es el sustantivo de acción del verbo kladeuw (kladéuo), que significa podar
árboles en general y la vid en particular. KladoV (kládos) se llama a la rama cortada para hacer un injerto o
simplemente a la rama cortada. Hasta aquí el origen griego de la palabra latina classis.
El valor etimológico más remoto de esta palabra nos sirve perfectamente para
explicar lo que son al final de los finales las clases sociales: asunto de romper, partir,
separar por una parte, y de podas e injertos por otra.
La palabra classis tiene un campo léxico reducidísimo, al contrario de su
campo semántico, que es inacabable. El mayor grupo de términos se han desarrollado a
partir de su significado militar. Classis en este contexto significa flota, armada,
escuadra. Clásseus es lo que se refiere a la armada; classiarii son los
soldados de marina, la tripulación; clássici son los marineros; clássicus
es lo naval, lo que se refiere a la marina; clássicum, el sonido de la trompeta; y
classicen, el trompeta de marina. En este ámbito es donde mayormente se ha
desarrollado el lexema class. Pero hay otros significados: el arcaico classia
-ae, significó tribu y clase; classis significaba originariamente clase,
orden, grado; clássicus se llamaba al hombre de primera clase entre los romanos.
La expresión quintae classis esse significaba "ser de quinta clase", es
decir lo último de lo último. Tribus classibus factis pro dignitate cuiusque = habiendo
hecho tres clases según la dignidad de cada uno. In classes pueros distribuere = distribuir
los niños en clases (en la escuela). Está claro que en latín se había desarrollado ya
del todo el significado de esta palabra, incluido el que se le da en la escuela. Eran los
alumnos los que su dividían en clases según su nivel. El que luego se llamase clase
también al lugar en que estaba cada clase o grupo, vino rodado.
La escuela en general no se distingue por la brillantez de sus denominaciones. Hay
algunas que provocan tal sonrojo, y otras que suscitan tal hilaridad, que sus brillantes
autores de gabinete las retiran de inmediato de la circulación. Con lo de los créditos
(un plagio absurdo) se han quedado descansados. En el mismo paquete iba una cosa que
llamaban "segmento lúdico". Lo tuvieron que retirar y quedarse con el vulgar
recreo o patio o descanso. El que la clase sea un término totalmente arraigado en
la escuela cuando el mismo término va haciendo su historia, ni siempre gloriosa ni
siempre digna, no es como para felicitarnos por el acierto de la denominación. Ahí
tenemos a los discípulos clasificados. Pero si la clasificación tuviese un sentido
básicamente pedagógico, aún nos podríamos felicitar. Pero resulta que los tenemos
clasificados por edades. Vamos, lo mismo que si en zoología se clasificase por tamaños.
Mariano Arnal
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