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Turquia. Estambul

Turquia. Estambul
 

Al atardecer, las orillas del Bósforo se llenan de una delicada luz rojiza que ilumina a la que fue capital del Imperio Romano de Oriente, de Bizancio y del Imperio Otomano, mostrando el esplendor de un pasado glorioso y un futuro de modernidad. 

Istanbul es la única ciudad del mundo que se asienta sobre dos continentes: Europa y Asia. En ella convergen las civilizaciones del Oriente y del Occidente. Es esta enorme riqueza y diversidad cultural lo que más fascina al visitante de Istanbul. Y es que, los museos, iglesias, palacios, grandes mezquitas, bazares y las espectaculares vistas de la belleza natural del entorno parecen inagotables. 

Istanbul está situada a lo largo del estrecho del Bósforo, que une el mar de Mármara y el mar Negro y que separa la parte asiática de la europea. Un canal de siete kilómetros, el llamado Cuerno de Oro, divide en dos la parte europea de la ciudad. 


La ciudad se distribuye en tres grandes zonas: en la parte europea, la península histórica situada al sur del Cuerno de Oro; el barrio de Galata al norte y la ciudad nueva, situado en la parte asiática. 

Debido a su situación estratégica entre Asia y Europa, Istanbul ha tenido a lo largo de la historia una gran importancia geopolítica y ha sufrido en más de una ocasión el dominio de otros estados que querían ejercer su influencia en esta zona. 

En honor a su fundador, la ciudad fue bautizada como Bizancio. Posteriormente, después de varios monumentos importantes construidos durante el reinado del emperador Constantino el Grande, la ciudad pasó a llamarse Constantinopla: la ciudad de Constantino. Tras la conquista por parte de los otomanos, se convirtió en Istanbul, llegando a ser una de las ciudades más grandes y pobladas de Europa. Comprende un área de 7.500 Km2, con una longitud aproximada de 150 kilómetros. Hoy en día, Istanbul es el centro económico de la República de Turquía. Un continuo desfile de petroleros y barcos mercantes cruza a diario las aguas del Bósforo. La población continúa creciendo, la ciudad se hace más grande, más intensa a cada momento. La historia de sus calles, barrios, templos, mezquitas y palacios alimenta la vida de una ciudad y de una gente que se abre al futuro, mientras los atardeceres sobre el Bósforo siguen alumbrando con la misma luz de los siglos pasados las orillas de Istanbul. 

La Mezquita Azul 

También conocida como la Mezquita del Sultán Ahmet, fue construida durante el reinado del decimocuarto sultán otomano, Ahmet I, entre 1603 y 1617. Es la mezquita más grande y fastuosa de Istanbul. 

Fue construida por el discípulo del arquitecto Mimar Sinan, Mehmet Aga. Su construcción, iniciada en 1609, finalizó en 1616. La mezquita fue construida junto con una madraza, escuela coránica, un asilo, un lugar para la venta de artesanía, un kervansaray, alojamiento para camellos, una fuente y un külliye, un complejo social y religioso. 

El Sultán Ahmet subió al trono a los catorce años y gobernó con gran aceptación popular hasta los veintiocho; falleció apenas unas semanas después de que la mezquita fuera inaugurada. Está enterrado en el Külliye de su propia mezquita. 


El arquitecto de la mezquita, Mehmet Aga recibió el apodo de Sedefkar, el marquetero. El lugar elegido para la construcción de la mezquita fue el centro de la ciudad, antiguo emplazamiento de un hipódromo romano. Uno de los motivos para su elección era que se encontraba cerca del Palacio Topkapi. El cuidado que mostraron en la elección del lugar es un reflejo del posterior esmero que pusieron en elegir los materiales de construcción y en la decoración de la mezquita. Los 21.043 azulejos usados en su construcción fueron confeccionados en los talleres del palacio; las alfombras de cientos de metros cuadrados fueron tejidas en los telares imperiales y los cristales de las lámparas de aceite fueron traídas del extranjero. 

Existen cinco puertas para entrar al patio exterior de la mezquita. El patio de delante, al que se accede por unas escaleras, tiene cinco entradas. En el lado norte, debajo del patio interior, encontramos las fuentes de abluciones. En el centro del patio se encuentra un magnífico sardivan, fuente de abluciones, de forma hexagonal con seis columnas de granito que forman el peristilo, siete a un lado y ocho al otro, hay construidas treinta pequeñas cúpulas. En el lado sureste del palacio se construyó una rampa para que el Sultán pudiera llegar hasta su pabellón. La mezquita del Sultán Ahmet es la única de Istanbul y de Turquía que posee seis minaretes, lo que le otorga un valor especial entre las mezquitas otomanas. 

Los cuatro minaretes de las esquinas tiene cada uno tres balcones, los del patio sólo cuentan con dos. Según la leyenda, el sultán Ahmet I le pidió al arquitecto una mezquita con minaretes de oro, pero debido al alto coste éste prefirió aumentar el número hasta seis. 

El arquitecto Mehmet Aga con su obra no pudo dar otro concepto nuevo a la arquitectura de la mezquita otomana pero, por otro lado, su decoración interior y su rico recubrimiento, con más de 20.000 azulejos, dejan en la sombra a las mezquitas otomanas anteriores. Se la conoce como la Mezquita Azul por el color azul vivo y verde de los mosaicos que decoran la parte superior y las cúpulas de la mezquita. Si investigásemos el desarrollo del arte de la Edad Media observaríamos la conexión existente entre el arte y la religión. Mientras las bellas artes apoyadas por las instituciones religiosas se desarrollaban en gran medida, las otras se quedaban estancadas porque las fuentes financieras necesarias para el desarrollo del arte estaban en manos de organismos religiosos, ya fueran musulmanes o cristianos. Por ejemplo, como la iglesia permitía representar imágenes, estatuas y también música para el coro, la pintura, la escultura y la música evolucionaron de forma extraordinaria. 

En cambio, en la religión musulmana al no permitirse la representación de imágenes, al no utilizar ningún tipo de instrumento o cantos para las oraciones, estas artes apenas se desarrollaron. Por otro lado, dieron más importancia a artes como la caligrafía, la artesanía de vidrieras, las tallas de piedra y madera en los espacios interiores y exteriores, la alfarería, artes que no evolucionaron tanto en el mundo cristiano. 

El edificio contemplado desde fuera da una impresión elegante que no se espera de su gran tamaño. La cúpula central y las semicúpulas tienen una extraordinaria y elegante armonía. Todas las esquinas y los bordes están redondeados con el fin de crear una imagen más armónica. Los pilares dentro del edificio forman un conjunto cuya pesadez está hábilmente suavizada. 

En la mezquita hay en total 260 ventanas. Los cristales utilizados en su época desgraciadamente no han logrado llegar hasta nuestros días. La cúpula, de 23.5 m de diámetro, culmina a 43 m y descansa sobre cuatro arcos ojivales y cuatro pechinas planas; la sostienen cuatro enormes columnas acanaladas de 5 m de diámetro, divididas a media altura por un anillo. La piedra negra situada en el mihrab fue traída de Kaaba, ciudad sagrada de los musulmanes. Al lado del mihrab se encuentra el minbar, una especie de púlpito, bello ejemplo de la escultura otomana, que servía para dar sermones. 

La Müezzin Mahfili, que está situada delante del minbar, es una copia de La Meca. En la parte izquierda se encuentra la Hünkar Mahfili o galería imperial, lugar en donde rezaba el sultán. 

Las caligrafías que rodean y decoran la cúpula, las semicúpulas y las columnas contienen versículos coránicos y sentencias del profeta Mahoma. Las valiosas alfombras de varios colores que cubrían la planta de la mezquita hasta hace poco han sido cambiadas por otras alfombras de menor valor. 

Excepto en la pared de la Kibla, en las otras paredes se abren las tres galerías dedicadas al uso de las mujeres y a las reuniones religiosas. Al nordeste de la mezquita se halla el gran Türbe, mausoleo cuadrado con un patio delante, construido por el Sultán Osman II hijo del Sultán Ahmet I. Aquí reposan Ahmet I, su querida esposa Kösem Maypeyker y tres de sus hijos: Osman II, Murat IV y el príncipe Beyazit. 

Palacio de Topkapi 

Abierto todos los días excepto los martes 

Sobre un cabo, entre la confluencia del Bósforo y el Cuerno de Oro, se alza el Palacio de Topkapi, el palacio más antiguo y extenso de los que han sobrevivido hasta nuestros días. En este opulento entorno vivieron y gobernaron los sultanes y su corte. 
 

· El Primer Patio 

En el patio exterior, o primer patio, hay un magnífico jardín arbolado. Se entra en él por la puerta llamada Bab-i Humayun (la Puerta Imperial). La fuente monumental, situada frente a la fuente de la puerta Bab - i Numayun, es uno de los mejores ejemplos del arte turco del siglo XVII. En torno a este primer patio se situaban las panaderías, la casa de moneda, el cuerpo de guardia, las leñeras y, en la explanada un poco más abajo, los huertos del palacio. El primer edificio del palacio, llamado el Pabellón de Azulejos, se encuentra en este patio. A la izquierda de la entrada se ve la Iglesia de Santa Irene, construcción bizantina del siglo VI. 

· El Segundo Patio 
La entrada principal del Museo de Topkapi en el segundo patio es por la puerta llamada Bab-üs Selam (la Puerta de la Salutación). Al pasar ésta, hay que atravesar una segunda puerta llamada Orta Kapi (la Puerta Medianera) que comunica con el segundo patio, en el que estaba situado el departamento administrativo del Estado. En este patio, donde sólo el Sultán podía montar a caballo, se podía ver a menudo a la gente que debía resolver algún asunto oficial con el gobierno, y a los representantes de los jenízaros. 
En el mismo patio se recibían a los embajadores extranjeros y tenían lugar diversas ceremonias oficiales. Se cuenta que, en la presencia de entre cinco y diez mil personas durante estas ceremonias, reinaba un silencio absoluto en el patio. Durante las ceremonias, a las que el sultán solía asistir, el trono imperial se colocaba delante de la puerta, al otro extremo del patio, y en señal de respeto los presentes permanecían de pie, con los brazos cruzados sobre el pecho. 

· El Harén 
El Harén del Palacio de Topkapi consta de unas 400 habitaciones situadas alrededor de pequeños patios recónditos y de largos y estrechos pasillos. Es la zona del palacio que ha sufrido mayor número de transformaciones. 
El Harén era un lugar especial del palacio , que alojaba a la madre del Sultán, a sus hermanas e hijas, así como a las ‘Cariyes’ (concubinas) y a los eunucos negros, que vigilaban el harén y hacían las funciones de superintendentes, constituyendo el cuerpo de criados de la familia imperial. 
A lo largo de los siglos, son muchas las historias que han tenido al Harén como escenario y a sus habitantes como protagonistas. Sin duda, el hecho de que se tratara de un dominio privado del Sultán y que estuviera cerrado a cualquier acceso al exterior ha contribuido a la leyenda. 
Las esclavas o concubinas que iban a servir al Sultán y su familia eran elegidas entre las más bellas y sanas de distintas razas o eran regaladas , ingresando en el harén desde la niñez y recibiendo durante años una educación especial bajo una rigurosa disciplina. 
Después de aprender las costumbres del palacio, las ‘cariyes’ se agrupaban en varias clases y las que supieran ganarse al Sultán podrían incluso llegar a ser sus esposas. El título de ‘reina’ no existía en el palacio otomano. La administración de todo el Harén estaba en manos de la madre sultana y allí, junto a la riqueza y al esplendor, surgían las intrigas para ganarse el favor del sultán. 
Al subir al trono un nuevo Sultán, el Harén del anterior se trasladaba a otro palacio. 

· Las Cocinas y el Pabellón 
A la derecha del segundo patio, sombreado de cipreses y plátanos, se encuentran las cocinas del palacio, actualmente galerías donde se expone la colección imperial de cristal, plata y porcelana china. Unas 2.500 piezas de las más de 12.000 porcelanas chionas y japonesas que se usaban o decoraban el palacio. En la época en que estas estancias funcionaban como cocina, un equipo de más de 1.000 cocineros y sus ayudantes preparaba los platos destinados a diferentes partes del palacio. 

· El Tercer Patio 
Se entra en el tercer patio por la puerta llamada Bab-üs Saade (la puerta de la Felicidad). Nadie podía atravesarla sin permiso especial. Bajo el control de los eunucos blancos se podía pasar a este patio reservado para el Sultán. El centro imperial de enseñanza superior, la Sala del Trono, el Tesoro privado del Sultán y las salas de las Sagradas reliquias se encuentran en este patio. La Sala del Trono estaba situada enfrente de la entrada, y todos los criados que servían en esta sala eran sordomudos por razones de seguridad. Al propio Sultán le solían servir oficiales de alto rango, que eran al mismo tiempo los mejores alumnos de la escuela imperial (el Enderún). 

· El Tesoro 
El tesoro de Topkapi contiene la colección más rica del mundo. Las joyas exhibidas en las cuatro salas seguidas son auténticas y originales. Las obras maestras del arte de la joyería turca de varios siglos, junto con obras procedentes de Europa, la India y el Extremo Oriente, fascinan al visitante. 

· El puñal de Topkapi 
Es el símbolo del palacio y del tesoro entero, un bellísimo ejemplo de la artesanía turca del siglo XVIII. Debajo de una de las cuatro esmeraldas que adornan la empuñadura, hay un pequeño reloj. 

· La Sala de las Sagradas Reliquias 
Las Sagradas Reliquias del mundo islámico fueron traídas al palacio a comienzos del siglo XVI, desde Egipto, cuando este país fue conquistado por los turcos. Desde entonces las reliquias se conservan en el mismo sitio. Desde entonces también los sultanes turcos obtuvieron el califato, o sea la jefatura del mundo islámico, lo cual aumento el prestigio de su poderío. 
En esta sala están exhibidas las pertenencias personales del Profeta, uno de los primeros coranes escritos a mano y las llaves de la Kaaba. 

· El Cuarto Patio 
En él se encuentran los pabellones de los jardines y entre ellos el Pabellón de Bagdad, el único edificio de madera del palacio, decorado ricamente con adornos y azulejos, que data del siglo XVII. 

HISTORIA 

Las primeras huellas de asentamientos cerca de Istanbul se encuentran en la parte asiática y datan de la era Neolítica. El primer asentamiento alrededor de Topkapi data de la Edad de Bronce. 
En el año 680 a.C. los Megaraños que huyeron de la persecución de los Dóricos fundaron la ciudad de Calcedonia en la parte asiática. En el año 660 a.C. los colonizadores de Megara, encabezados por Byzas, establecieron el primer gran asentamiento en la parte europea, frente a las ciudades de la parte asiática, actualmente en la península histórica, en la zona denominada Sarayburnu. Byzas en poco tiempo se extiende y enriquece por su extraordinaria situación geográfica y su puerto natural muy apropiado para el comercio. 

En el año 513 a.C. pasó a ser dominio persa, en el 407 a.C. cayó bajo el poder de Atenas, y en el 405 a.C. pasó a manos de Esparta. En el año 227 a.C. los galos que vienen de Europa se establecen en la parte asiática de la ciudad. Después vino Roma, el Imperio, en el 146 a.C., llega a un acuerdo que se garantiza la protección militar de la ciudad. El emperador romano Séptimo Severo anexionó la ciudad al Imperio Romano. Pero es el emperador Constantino quien, después de realizar varias construcciones importantes en la ciudad, la bautizó como Constantinopla (la ciudad de Constantino). 

El 11 de mayo del año 330, con una gran ceremonia, anunció al mundo que se convertía en la segunda capital del Imperio Romano. Comienza entonces la construcción de una gran muralla alrededor de la ciudad. Constantino, influenciado por su madre, ferviente cristiana, se convierte al cristianismo que, gracias a sus esfuerzos, se extiende por la ciudad, llegando a ser la religión oficial en el año 391 a .c. 

Tras la muerte del emperador Theodosio en el año 395, el Imperio Romano se divide y Constantinopla se convierte en la capital del Imperio Romano de Oriente, Bizancio. 

A principios del siglo V se construyeron las murallas de la ciudad que hoy en día todavía está en pie. Mientras el Imperio Romano de Oriente se fortalecía, el de Occidente, hacia el año 476 ya era historia. Con el emperador Justiniano se construyeron nuevos monumentos en la ciudad, entre los que destaca la Basílica de Santa Sofía. Bajo el dominio bizantino es una de las épocas más brillantes para la ciudad. Desde el año 666 hasta el 870 los árabes asediaron la ciudad en ocho ocasiones intentando conquistarla infructuosamente. 

A principios del siglo XI, por los desacuerdos entre cristianos católicos y ortodoxos, Constantinopla pasa a ser la sede de la iglesia ortodoxa. En el año 1096 la primera cruzada pasa por la ciudad sin dañarla. 
Entre los siglos XI y XII, los genoveses y los venecianos dominan el comercio de la zona, sobre todo en la parte de Galata. 

Al contrario de lo que había sucedido con la primera, en la cuarta cruzada, en el año 1204, la ciudad es invadida y saqueada por los cruzados. Y apenas unos años más tarde, en el 1261, Constantinopla pasa de nuevo a manos de los griegos, fundándose entonces la dinastía de los Paleólogos. 

A finales del siglo XIV los Otomanos empiezan los asedios. La ciudad fue asediada en el año 1395 por Beyazit I y Murat II. Finalmente fue conquistada por el ejército Otomano bajo la dirección del Sultán Mehmet II en el año 1453. Desde entonces, la ciudad pasó a llamase Istanbul, convirtiéndose en la tercera capital de los otomanos después de Bursa y Edirne. Tras la conquista de Egipto, en el año 1517, los otomanos trasladaron el califato a Istanbul. 

Durante los siglos XVI y XVIII, en la ciudad se construyeron hermosas mezquitas, madrazas y palacios. 
En el siglo XIX, la ciudad se quiere europea y se observa una decadencia de la arquitectura otomana mientras florece el estilo barroco y rococó. 

Durante la Primera Guerra Mundial, la noche del 15 de marzo de 1919 los aliados ocuparon la ciudad. Tras la Guerra de la Independencia, después de la disolución del califato y del sultanato se proclama la República y el 13 de octubre de 1923 Ankara se convierte en la capital de la nueva República. Istanbul, a pesar de haber perdido la capitalidad del Estado, ha seguido creciendo muy rápidamente, y se ha mantenido como el verdadero centro comercial e industrial del país. Su población también continúa aumentado sobre todo por el gran porcentaje de inmigración rural que llega cada año a la ciudad. En los últimos veinte años, Istanbul, con sus importantes centros comerciales, culturales y modernas autovías, se ha convertido en una gran metrópolis moderna. 

El Bazar Egipcio 

Este mercado, que recibe el nombre de Mercado Egipcio por ser el lugar donde se vendían las especies traídas de Egipto durante la época otomana, se encuentra en el muelle de Eminönü, justo enfrente del Puente de Gálata. En el bazar de las especies hay noventa y siete tiendas. Fue construido en el año 1660 para poder financiar el Külliye de la Mezquita Nueva. 

Tiene forma de cruz invertida y sus cúpulas están cubiertas de plomo. Las seis puertas del mercado se abren en diferentes posiciones. 

En el mercado se pueden comprar docenas de especias y todo tipo de hierbas en pequeños paquetes preparados o en grandes sacos, por gramos. Aparte, entre las especialidades del bazar Egipcio se encuentran alimentos como pastirma (carne de ternera curada con especias), quesos, mermeladas, frutos secos, lokum (delicias turcas), esponjas naturales y varios perfumes orientales que se venden en pequeñas botellas. 

El interior del bazar egipcio tiene una gran atmósfera mucho más oriental que el gran bazar, quizás el exterior del mercado sea más interesante que el exterior. Merece la pena visitar el mercado de flores y de pájaros que se encuentra en un patio exterior del mercado. 

El Gran Bazar 

El ‘Kapali Çarsi’ es uno de los puntos más conocidos de Istanbul, uno de los más variados mercados del mundo y el más grandes de Turquía. El Gran Bazar, que ocupa un total de 35 hectáreas, unas ochenta calles, cuenta con más de cuatro mil quinientas tiendas en las que trabajan más de quince mil trabajadores. Además de las tiendas, el Gran Bazar dispone una mezquita, doce capillas o ‘mescid’, un pozo y seis fuentes. Siendo así no es de extrañar que de él se diga que es ‘una ciudad fundada para el comercio’. 

Entre los objetos más preciados a la venta en este enorme mercado, destacan los samovares, los narguiles o pipas de agua, los trabajos de orfebrería y cobre, las piezas de ónice, los rosarios, disfraces para niños, trajes de bailarina de la danza del vientre, cajitas de madera, de nácar y de marfil y, por supuesto, la joyería con sus bellos diseños. 

Quizás haya perdido un poco del aire oriental que tenía en sus orígenes, pero la esencia de este mercado sigue siendo la misma. Dieciocho puertas dan acceso a este gigantesco mercado. La más importante de todas es la de Nuriosmaniye, que lleva un escudo muy revelador de lo que espera dentro. Se representa una pistola, un libro, la bandera y la puerta de Beyazit con el lema del Sultán Abdülmecid: ‘Dios quiere al que hace negocios’. 

Durante la época otomana, el Kapali Çarsi no sólo era el mercado más importante de la ciudad, sino que, además, funcionaba como bolsa y banco. En los comienzos, las calles del Gran Bazar olían a especias, a cuero, a telas y a madera. Durante la época de la esclavitud, también fue el mercado de esclavos. A pesar de haber perdido estas tres funciones, sigue siendo igual de vital para la economía de la ciudad pues mueve una gran cantidad de divisas cada día, aparte de ser el centro del trabajo de oro. 

Se ha calculado que por las tiendas del Bazar pasan unas quince mil personas diarias y que, en los escaparates de los mil quinientos joyeros, hay unas diez toneladas del preciado oro. 

ENTRETENIMIENTO 

Arte, Cultura y diversión 

Istanbul es por excelencia un centro internacional del arte y de la cultura. 
Óperas, ballets, películas, conciertos, exhibiciones y conferencias conforman el abanico cultural de la ciudad. La vida nocturna de Istanbul es otro de sus alicientes. 

Sus clubes nocturnos ofrecen grandes espectáculos mientras se puede saborear las exquisiteces de la comida turca, la música y una selección de canciones que culmina con la danza del vientre. Existen además modernas discotecas, cabarés y clubes de jazz en las zonas de Taksim y Harbiye. 


Istanbul es una ciudad de infinitas posibilidades para la diversión. En Sultanahmet, hay un considerable número de restaurantes en edificios bizantinos y otomanos restaurados con este fin que proporcionan una atmósfera única al lugar. 

Kumkapi, con sus innumerables tabernas, bares y restaurantes de pescado, es otra atractiva zona de la ciudad. 
El Çiçek Pasaji (Pasaje de las Flores) en Beyoglu, fue y sigue siendo un punto de encuentro obligado para degustar los productos del mar. 

Muy cerca de este lugar, en la calle Nevizade, se encuentran algunos de los mejores restaurantes de la ciudad, en los cuales se pueden degustar las especialidades turcas acompañadas de un raki o un buen vino turco. 
Ortaköy, junto al Bósforo, es otra de las zonas con excelentes restaurantes, pubs y bares donde se puede escuchar jazz. En el muelle de Eminönü, barcas del periodo otomano con pescadores vestidos a la usanza osmanlí, ofrecen al turista delicioso pescado a la plancha. 

Festival Internacional de Cine de Istanbul 
Tiene lugar cada año durante los meses de marzo y abril 
En los cines del histórico distrito de Beyoglu se proyecta lo más interesante del panorama cinematográfico mundial. 

Festival Internacional del Arte y de la Cultura 
Se lleva a cabo cada año entre junio y julio. www.istfest.org 
Al festival llegan artistas procedentes de todas las partes del mundo. Las actividades de este evento se realizan principalmente en el Centro Cultural Atatürk, mientras que la música clásica tiene su espacio en el Cemal Resit Rey Hall. 

Baños Turcos (Hamam) 
Cagaloglu Hamami 
Galatasaray Hamami 

Zonas de Ocio Nocturno 
· Çiçek Pasagi (Pasaje de las Flores) 
Istiklal en Taksim 
· Avenida de Istiklal - Taksim 
· Barrio de Kumkapi 
· Barrio de Ortaköy 

FUENTE : http://www.turismodeturquia.com

VIDEO : CANAL TURISMO

Estambul 


 

Santa Sofia, Mezquita Azul

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