REPORTAJES 
VIAJES -TURISMO

FIESTAS Y FOLCLORE

Cantos, música, danzas y deportes rurales

Navarra es un territorio privilegiado en cuanto a la pervivencia de manifestaciones folclóricas. En el recorrido por fiestas y romerías que acabamos de hacer, ya hemos dado muestra de ello. Pero quizás no ha quedado suficientemente patente la importancia que el canto, las danzas y los deportes populares tienen en la fiesta. En cualquiera de ellas podremos tropezamos con alguno de estos aspectos que vamos a detallar. De sobra es conocida la tradición musical navarra, sobre todo coral, expresada en la abundancia de orfeones, coros y corales. Pero a nivel popular esa afición a expresar los sentimientos cantando se manifiesta especialmente en la jota navarra, canto bravío en el que se desarrolla un pequeño poema en forma de cuarteta; en la tradición de las auroras cantadas como anuncio de las grandes festividades, y, en la zona vascófona, en los bertsolaris, que se replican en euskera unos a otros cantando versos improvisados con gran ingenio. 


Desde hace años se viene celebrando en Tafalla el "Concurso de Finalistas de la jota" y en Murillo el Fruto el "Memorial Raimundo Lanas". En el campo instrumental, seguro que en las fiestas nos encontraremos con bandas de txistularis, gaiteros, rondallas, bandas de acordeones o triki-tixas, fanfarres y bandas de música de viento. Txistus y gaitas suelen ir acompañando a los grupos de danzas, aunque también tocan solos, especialmente estas últimas en las dianas o acompañando a las comparsas de gigantes. Las rondallas son el acompañamiento inseparable de las jotas. Apenas existen fiestas de importancia en la que no actúe algún grupo de danzas. Menor es el grupo donde las danzas sean bailadas en la plaza o la calle por la gente del pueblo. Para un conocimiento superficial de las danzas populares navarras, éstas pueden clasificarse en: danzas de palos, como los paloteados de Cortes, Tudela, Ribaforada, Fustiñana, Ablitas y Monteagudo, algunas de las interpretadas por los danzantes de Ochagavía, las makil-dantzas de Bera y la zagi-dantza de Goizueta. Las danzas de Lesaka originalmente se bailaban con espadas, de ahí su nombre de ezpatadantzas danzas de hombre solos, como las mutildantzas del Baztán y los zortzikos de Arantza y Lantz, o de mujeres solas, como la sagar dantza y la neska dantza que se baila en Jaurrieta; danzas de hombres y mujeres, como las típicas kalejiras, biribilketas o pasacalles, las porrusaldas, la jota y, sobre todas ellas, el ingurutxo de Leitza, el zortziko de Alsasua y el Baile de la Era de Estella.

En cuanto a los deportes populares, el deporte rey tradicional es el de la pelota, en sus múltiples modalidades: a mano, a pala, remonte, cesta punta o guante. No hay pueblo navarro que no cuente con su frontón, ni fiestas en los que no haya algún campeonato o exhibición de pelota. Además perviven algunos deportes derivados de los trabajos tradicionales. los más conocidos y practicados son el de los leñadores, convertidos en aizkolaris o tronzalaris, y el de los harrijasotzailes o levantadores de piedras. Pero también hay demostraciones de korrikalaris, segalaris, soka-tira y otros que han cobrado nueva actualidad, como los concursos de esquileo, de habilidad de perros de pastor, en Uharte-Arakil, de carreras de cutos en Arazuri, de carreras sobre layas en Puente la Reina y Artajona o de lanzamiento de azadas, como el de "la rabiosa" de Marcilla.

El baile de la Era

Aunque es obra relativamente reciente, nadie dudaría de que se trata de un baile tradicional viéndolo bailar en muchas fiestas de Navarra. Lo compuso el gaitero estellés Julián Romano en los comienzos del siglo XX y se ha convertido en signo identificador de Estella y en lazo de unión para todos los grupos de danzas de Euskal Herria. El Baile de la Era está integrado por siete tipos de danza distintos: pasacalles, cadena, fandango, vals, jota Vieja, boleras y corrida

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