PREGUNTA
ALIAS: Anónimo
ASUNTO: Amor imposible
Mi historia aun no me la puedo creer. Soy hombre, 48 años y hace tiempo me
cerré al amor. Mi condición es homosexual y nunca lo he dicho a nadie,
tampoco he tenido nunca pareja puesto que me he cerrado del todo, pero el
ser humano está compuesto de muchos sentimientos y cuando menos te lo
esperas te juegan malas pasadas.
Nunca lo he contado a nadie, en primer lugar por no dar un disgusto a mi
familia y en segundo, porque nunca me han gustado las típicos comentarios
homófobos.
Iba bien felíz por la vida, guardándo en silencio todo esto hasta que hace
poco empecé un curso donde sin darme cuenta ni proponérmelo me he
obsesionado con mi profesor.
Las estoy pasando canutas y duras. Sé que él no tiene las mismas
inclinaciones que yo y por eso solo me conformaba con ser su amigo y para mi
ya era suficiente, pero parece que hasta esta simple intención no ha
prosperado. Es como si intuyera algo y se aleja cada vez más y esto me duele
muchísimo.
No pretendo nada con él puesto que a nadie se le puede obligar a nada y
mucho menos en lo referente a las tendecias sexuales, pero ni tan siquiera
conseguir ser su amigo me está resultando impresionantemente duro.
He probado incluso a cada vez que me viene a la memoria, pensar en todos sus
defectos y asegurarme a mi mismo que no vale la pena pero es inutil y no
quiero seguir así, quiero sacármelo de la cabeza y me siento impotente al
comprobar que no avanzo en absoluto. Me despierto por las noches y me
resulta imposible volver a conciliar el sueño...y ya no se que hacer.
Ahora mismo reconozco que lo único que me haría feliz sería tan solo ser su
amigo pero ni tan siquiera eso he logrado.
Ahora ya tan solo me queda esperar, esperar que se pase y se me olvide pero
el tiempo pasa tan lentamente y el poder de concentración del que tanto he
presumido tener toda mi vida, me ha fallado y no lo encuentro.
RESPUESTA
Siento mucho que estés sufriendo de este modo y me imagino lo duro que tiene
que ser para ti verte en esta situación. Sobre todo porque tus intentos por
normalizar tu vida y sentirte tranquilo están fallando.
Más que centrarte en los fallos que él puede tener, lo que tienes que
conseguir es convencerte a ti mismo de que no necesitas su amistad para
sentirte feliz. Si llevas 48 años sin él y no te ha ido tan mal, puedes
prescindir de él y lo sabes. Tener o no su amistad no puede ser tan
determinante para ti.
Te gustaría, lo sé y te comprendo, pero si él no muestra interés, no fuerces
las cosas y desapégate. No te sientas triste por ello.
Tal vez sea lo mejor porque si ahora dices que te conformarías con tan sólo
su amistad, cuando lo consigas probablemente desearás un poco más y no hay
nada más doloroso y más triste que el amor no correspondido.
Acepta y asume la situación tal y como es.
Crees que le necesitas, pero no es así. Comprendo que sería tu ilusión
tenerle, que te conformarías con poquito pero no puedes seguir sufriendo de
este modo al ver que no consigues tu propósito.
Déjale libre para que escoja ser o no ser tu amigo, y no te sientas mal
porque las cosas no hayan salido como tú pensabas.
Intenta enfocar tu pensamiento en esta dirección y ten paciencia contigo
mismo si ves que al principio no ves los resultados. Todo lleva su tiempo.
Espero que lo consigas.
Pilar.