SANTORAL-ONOMÁSTICA

Santos del día 20 de abril

Teótimo y Sulpicio confesores; Vicente, Domnino, Marcelino, Teodoro, Serviliano, Víctor, Zótico, Zenón, Cesáreo, Acindina, Severiano y Cristóforo mártires; Marciano monje; Inés de Montepulciano virgen; Zaqueo el Publicano, beata Oda.


ANTONINO

Nombre de la familia de los Antoninos, que llegó a contar con siete emperadores romanos, dentro del mayor período de esplendor, entre los años 96 y 192, y que incluye a Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío, Marco Aurelio L. Vero y Cómodo. Se llama a este período el siglo de los Antoninos, caracterizado por la paz y la prosperidad. Las provincias alcanzaron una situación pareja a la de Italia. Cuando Caracalla, en el año 212, extendió la ciudadanía romana a todo el Imperio, no hizo otra cosa que acompasar la realidad a los hechos de una romanización total, en la que ya no se podía distinguir entre ciudadanos y no ciudadanos romanos o latinos.

San Antonino, (1389-1459), arzobispo de Florencia, era hijo único del notario Nicolás Pierozzi, que como su esposa Tomasa, se distinguía por su fervor religioso. Su nombre era Antonio, pero a modo de diminutivo le llamaban Antonino. A los 26 años entró en la orden de los dominicos y se cuenta que Juan Dominici, el superior del convento, le pidió que le recitase de memoria el Decreto de Graciano. Se juntaban en Antonino dos grandes cualidades: tenía una inteligencia realmente privilegiada y era de una gran bondad innata. Ambas virtudes le granjearon un enorme prestigio y le confirieron la autoridad indispensable para enfrentarse a las profundas reformas que necesitaba el clero que estuvo a su cargo en las diferentes dignidades eclesiásticas que se le encomendaron. Fue prior de San Marcos de Florencia y arzobispo de la ciudad en 1445. Se opuso a la política de los Médicis y defendió las libertades florentinas. El papa Nicolás V le consultaba en los negocios del Estado y de la Iglesia, y decía de él que merecía ser elevado a la dignidad de los altares aún estando vivo. El papa Pío II ofició sus honras fúnebres y Adriano VI le canonizó sesenta y cuatro años más tarde. Dejó una copiosa obra: la Summa historialis o Chronica tripartita, una compilación de la historia universal hasta entonces conocida, desde la creación del mundo hasta 1458; la Summa theologica y la Summa confesionalis; un Tratado de los vestidos, otro Tratado sobre la excomunión y unas Notas sobre la donación de Constantino.

Los Antoninos celebran su onomástica el 20 de abril principalmente, pero pueden optar por el 14 de febrero, 7 de marzo, 2 y 10 de mayo, 6. 10 y 29 de julio, 22 de agosto, 3 y 30 de septiembre, 25 y 31 de octubre y 13 de noviembre.

De gran renombre fue el emperador romano Antonino Pío. Hijo de una familia de origen galo, recibió una educación esmeradísima. Amaba la agricultura y a ella se dedicó con esmero. Introdujo reformas sustanciales en la legislación y en la vida romana. Devolvió protagonismo al Senado; legisló en favor de la mujer, de los hijos y de los esclavos; saneó la Administración; creó instituciones de asistencia; ayudó con los bienes que había heredado, a la reconstrucción de ciudades asoladas por terremotos; al morir legó todos sus bienes al Estado. Es impresionante la bondad y la inteligencia y la buena estrella que han acumulado en este nombre los que lo han llevado. ¡Felicidades!

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