LÉXICO DE RELIGIÓN

MÍSTICA

Hemos de trasladarnos a los misterios griegos para iniciar el recorrido léxico de esta palabra. En efecto, los diccionarios consignan como muy antigua la voz mustikoV (mystikós); el femenino es mustikh (mystiké). Estos dos formas son el origen de nuestro sustantivo mística y del adjetivo místico-a. Pero no coincide el significado, claro está. Para los griegos se trata de todo aquello que hace referencia a los misterios y a sus ceremonias, que eran secretas, sólo para los iniciados, de modo que el adverbio mustikwV (mystikós) significaba "en secreto", en voz baja, de forma misteriosa. El musthrion (mystérion) es el primitivo del que procede léxicamente cuanto tiene que ver con la mística. ¿Y qué es mysterion? En principio, misterio, claro está. Ese era el nombre que daban los griegos a las ceremonias religiosas secretas, porque este doble carácter era inseparable de los misterios; de modo que esta palabra vino a significar también "ceremonia religiosa" (siguen llamándose así las de Semana Santa). Pero es su valor de sinónimo de sacramento el que más nos acerca al significado griego de la palabra, porque éstos fueron en sus principios, y en especial en las épocas de persecución, ceremonias secretas de iniciación (lo más parecido a los misterios griegos). Creo que para no perdernos por las ramas en el camino que nos lleva del misterio a la mística, nos conviene desechar ya estos caracteres de los misterios griegos, para fijarnos precisamente en su carácter santificante, en su acción sobre los fieles. Recordemos que en muchos misterios se entregaban los fieles a un entusiasmo (ver 15-10-00) frenético para ser poseídos por el dios. Por ese procedimiento ponían su cuerpo en disposición de ser poseído por la divinidad. Nada que se parezca a la unión mística, porque esos dioses no eran amor; pero se daban ya en esa posesión divina, en ese entusiasmo, algunas de las características de la unión mística, por lo que nada tiene de extraño que le fuese esta palabra como anillo al dedo.

Esto en cuanto al origen etimológico. Por lo que respecta al contenido de esta palabra y a su definición, conviene recordar en primer lugar que va siempre de la mano de la ascética, que se postula como camino y puerta indispensable para acceder a la unión del alma con Dios, previo acallamiento de todos los sentidos y pasiones, que eso es en resumen la ascética (recordemos que aisqesiV (áiszesis) es sentido, sentimiento, sensación; ver anestesia en la web). Es oportuna esta precisión porque a la hora de intenar dar explicación "científica" de la mística, se dice que no es más que las alucinaciones producidas por los rigores ascéticos. Es una afirmación que mutatis mutandis podría hacerse también del amor, achacándolo a las respectivas privaciones. Podrán estos antecedentes achacables a los sentidos ayudar a explicar ambos fenómenos, pero no llegarán al fondo. "Y es tanto lo que se emplea el alma en el gozo de lo que el Señor la representa, que parece que se olvida de animar el cuerpo." "No se pierde el uso de ningún sentido ni potencia, pero todo está entero para emplearse en Dios solo. De este recogimiento viene algunas veces una quietud y paz interior muy regalada, que está el alma que le parece que no le falta nada". Son palabras de santa Teresa de Jesús intentando explicar cómo es la unión mística con Dios. Es la unión amorosa con Dios. Es la forma más espiritual y sublime del amor: es contemplación y arrobamiento y éxtasis.

Mariano Arnal

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