PSICOANÁLISIS  

ASI COMO LA MUERTE

“Píntame un árbol que no envejezca,
pinta en mi habitación
un árbol verde con hojas frescas,
pinta con crayón”.

Dulce Daniela. Victor Heredia

Aquí un hoy que se supo conseguir. A un costado pasan y de a uno los que hicieron vibrar tu vida. Seres con vidas breves, humanos. Así como camicaces vamos directo al fin, hay quien se empeña en dar una y mil vueltas. 
Así como están los que vuelven después de muertos en letras, están los que se mueren sin saber.
ASI COMO LA MUERTE SE LLEVO Y SE LLEVA.
Esta el que dice: “plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro”.
Otros al espacio sideral piden un rescate.
Y se nos va el tiempo. La vacuna aun no inventada es la eterna.
Ese aun impulsa a algunos. El aun es un hoy que espera y desespera.
La muerte es una palabra que no tiene significado. Alma, cuerpo, mente, en esa palabra de 6 letras se confunden y difunden ideas. Y no se trata de dar respuestas sino de indagar. Hay quien miente y se miente. La muerte no miente.
Y hoy que es ayer la muerte se llevo lo mejor, aun lo peor.
Hay quien da buena pelea y llega al fin de la cresta. Hay quien se rinde y se deja llevar. Están los que le temen a la propia muerte. Los que dan su vida por otras. Hay quien le teme, y cree que la muerte no es verdad. El que nada quiere saber de ello. 
La muerte nos deja huérfanos de ilusiones. Muertes cercanas. Aproximaciones de un fin. 
Al principio estará presente su figura en soledad. Luego su mirada que sigue iluminado espacios oscuros, y al fin su voz, que se diluye en el tiempo. Quedaran sus palabras y sus dichos. 
ASI COMO LA MUERTE SE LLEVA UN CUERPO DEJA UN RESTO DE RECUERDOS.
Sus inquietudes, anhelos, deseos.
Después...
Recuerdos tristes son los que mas se acuerdan, los que dictan el fin. Y los otros, los de sus ganas y deseos truncos, aquellos que nunca pudo concretar.
Un adiós.
Adiós. Un adiós sin... 
Sin despedida, sin consuelo y sin abrazo.
ASI COMO LO MUERTE QUE DICE QUE SEGUIMOS SIENDO NIÑOS.
Víctor Heredia canta: “Sangre de entonces, sangre vertida. Toda mi niñez vencida por el tiempo que paso”.
Cuando el amado muere quedamos como un desmadejado ovillo de niño.
Allí se intentan cerrar los ojos, porque tu querer no se atreve a lo Real de esa muerte, como cuando niño querías ocultarte del espanto entre las sabanas.
Seguramente quedara un mensaje- palabra, retazos de hojas caídas. Aquellas que a través de tus ventanas ojos veías caer en ese otoño. Hoy podrá ser olvido, mañana tal vez futuro bravío.
Primaveras lejanas en la sangre de aquel ser querido que hoy ya no esta.
Pero en este día triste solo escuchas la perdida, en un intento imposible de que aquel susurro no se desplome en un olvido.
Esa perdida que sufres en este instante es éticamente incuestionable.
Parábolas de la vida y de la muerte. ¿Un final?. ¿Un sin-fin?. ¿Un retorno de tristezas?. ¿Un infinito que se re-tuerce ante la perdida?. ¿Un querer que se interroga en su color?. ¿Una palabra jamás dicha?, ¿una censura del amor?.
Tierno corazón que se abraza. Un tierno abrazo.
Algo ASI COMO LA MUERTE.


GABRIEL O. ALVAREZ. PSICOANALISTA

Mail: [email protected]
Sitio en Internet: https://www.elalmanaque.com/psicologia/
Desde ya muchas gracias y hasta la próxima.

Indice

EL ALMANAQUE   PSICOLOGÍA - PSICOANÁLISIS

EL ALMANAQUE   PSICOLOGÍA - PSICOANÁLISIS

EL ALMANAQUE   PSICOLOGÍA - PSICOANÁLISIS

EL ALMANAQUE   PSICOLOGÍA - PSICOANÁLISIS