PSICOANÁLISIS  Sentirse muy bien o muy mal  



“A veces me siento
como un águila en el aire.
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.

Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.

A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.

Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,

Te propongo construir
un nuevo canal
sin esclusas
ni excusas
que comuniquen por fin
tu mirada
atlántica
con mi natural pacífico”.

M. BENEDETTI. “Estados de animo”.

Sentirse es un sentimiento. Sentirse es también escucharse. Escuchar un estado de animo. Escucharnos con la orejitas pegadas al corazón. No todos los días se esta igual.

Sentimiento de arrepentirse por los pasos caminados, prudencia. Y un camino transitado que dejo sus huellas, sujeto imprudente.

Balanza del sentir que sube y que baja, como si fuera la “Bolsa de Valores”. Inversiones. Se invierte en la bolsa de la vida, in-vertir. Un verter para que la locura no pase de moda.

Se gana y se pierde. Algunos especulan. Allá ellos.

Resuena alguien que dijo:

“Será que la necedad parió con migo, la necedad de lo que hoy resulta necio... La necedad de vivir sin tener precio”...

Construir algo implica expectativas, cual necedad que no tiene precio y desea hacer con la vida.

Hoy tal vez te sientas laguna verde que alberga tanta vida a desarrollar. O guitarra que interpreta melodías propias o ajenas. O Águila que sobrevuela y desata secretos.

Sentimientos y búsquedas.

Hay situaciones que te ayudan a vivir y otras que te aplastan de tal manera que te sientes pasto o tierra.

Hoy estas en un día inquieto, bienvenido sea, podría implicar cambios.

Cada instante podrá invocar nuevas tonadas. Y se trata de hacer, construir y crear.

Un psicoanálisis solo ayuda a vivir.

Corazones que sienten. Y estas buscando en el umbral algo que te haga sentir. Sortilegios, escafandras sepultadas entre ruinas.

Herido corazón que no sabe lo que es. Abriendo canales para comunicarse entre muros de soledades, y en fuga.

El día que desees hacer algo con esas melodías tristes que te resuenan, será cuando tu corazón te pida a gritos un: “no aguanto mas che”.

Sentimientos. Melodías para escuchar al corazón. Y para escuchar hay que estar alerta al sentir.

Puerto sin barco, no es barco a la deriva.

Humanos que como puerto esperan que un barco los necesite. Barco a la deriva que busca un timón y un lugar donde llegar.

Días rudimentarios y a des-cifrar.

Lo seguro es que estas requetemal. Y buscas una luz.

Hoy te sentirás manantial, allí música melodiosa donde se refugien penas puras.

O tan lejano que nada puede alcanzarte. Refugiado entre ensueños porque el mundo te ha castigado duro.

Muerto en vida para no sentir, y un ansia de sentirse vivo.

Propongo establecer un canal de comunicación con el vivir. Para interrogarse: ¿Qué paso?.

Y un juglar que canta:

“ Hoy cantando solo con la luna

...

Hoy a mi puerta un pájaro trino,

pero abrí y una sombra se hecho a volar”.

Esa sombra anuncia abismo para precipitarse y encontrar lo nuevo.

Lo que trina a las puertas de tus sentimientos quiere ser escuchado. Como canto alado que furiosamente habla del sentirse muy bien o muy mal. Pero que mas allá del bien o del mal ( parafraseando a Nietzsche),  algo “desata arpegios de amor”.

Abriendo puertas solo con aire nuevo, ya que en la actualidad lo nuevo carece de llaves que desaten corazones hambrientos de cambios. Corazones- llaves y puertas. “No todas” las puertas podrán ser abiertas. Aunque algunos seguiremos intentando lo imposible.

Causas perdidas que impulsan a seguir viviendo. Y lo oculto amerita una búsqueda en corazones oscuros. Y aquel que no tenga un deseo oculto que tire la primer piedra, que por cierto no será la ultima..

Cuando ya no te queden excusas para escucharte.

Derribando muros. Descartando prudencias. Descartarse en el juego de cartas es sacarse de encima lo que mas pesado.

Derribando muros de ignorancia. La ignorancia se derrota con buenas preguntas. Y así se da luz a otra verdad.

Preguntas, problemas, y respuestas.

¿ Y que lugar para un psicoanalistas en los tiempos de suicidios de deseos?:

Modestamente un lugar de naufragios. Lugar preciso que produce un estallido entre el antes y el después.

Lo que aplasta es el enorme peso del deber ser. Aunque no sabes para quien o para que.

Sangre nueva que vierte.

Lo que aplasta es un olvido.

Así te dejas derrotar por el “imperio” del olvido, y le entregas la llave de tus ansias de cambio. Y te entregas sin dar un combate digno.

Lo digno es perder. Perderle el respeto a eso que determina que nunca cambiarás. Tarea difícil, la del cambio, venimos de por lo menos 3 décadas de resignación.

Hay un lugar para sentir, solo es cuestión de encontrar el sitio.

Luego será cosa de empezar a construir lo nuevo.


GABRIEL O. ALVAREZ. PSICOANALISTA

Mail: [email protected]
Sitio en Internet: https://www.elalmanaque.com/psicologia/
Desde ya muchas gracias y hasta la próxima.

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