Lo que se CURA

“Haz desaparecer la ilusión, y así dejaras también de quejarte y de compadecerte de ti mismo; y cuando dejes de quejarte y de compadecerte de ti mismo, desaparecerá también el dolor”.

MARCO AURELIO
 

Relacionarse de otro modo con ese vacío que habita a todo sujeto es la cura que propone el psicoanálisis. No se trata de tapar esa falta inconmensurable con palabras de consuelo o sugerencias sabias, a ese vacío hay que ponerlo a trabajar. Vacío que deberá dejar de producir miedo y tristeza, para transformarse en causa que hará de nosotros hombres y mujeres nuevos. Sujetos nuevos que se animan a derribar rocas vivas, que ya no temen y desean saber.

El vacío que siente adentro de sí es tan REAL que cuestiona esa ilusión que cree ser.
¿Cuándo UD. se mira en el espejo, que ve?, ¿Cree que es tan solo esa imagen, esa ilusión?. Haga la siguiente prueba, mírese en el espejo, pero intente mirar mas allá de esa imagen, mírese a los ojos, a las pupilas y más allá. ¿Qué vio, que encontró?, ¿Pudo realizar la experiencia o quedo atrapado solamente en esa imagen que le devolvía el espejo?.
 

Lo que "creemos ser"  es una imagen imaginaria que nos hacemos para resultarle amable a la vista del Otro. En una sesión lo imaginario, lo ilusorio, debe ir perdiendo consistencia, para que ese sujeto oculto, que también se es, pueda advenir.
Para llegar a constituirse en un nuevo sujeto deberá hacer un duelo por la perdida de aquel que se creía ser, y no se quería ser. Como cuando se dice: -"Estoy harta de ser el apoya brazos de todo el mundo, todos viven apoyándose en mi. ¡Basta!, yo también necesito apoyo, y no tengo, no sé, tal vez tenga algo de culpa, pero...".
Dejar de ser lo que se supone que los otros necesitan, no es tarea fácil, a lo largo del tratamiento nos vamos a encontrar con avances y retrocesos, no se abandona fácilmente el dejar de ser lo que se era, aunque provocase bronca, ira e insatisfacción. Trabajo que no será sin angustia y sin sacrificio. Y lo que se sacrifica, lo que se debe dejar caer es esa "forma" neurótica de relacionarse con el viviente que alguna vez se fue y que más tarde acallo.

La invitación del psicoanálisis es a transponer ese vacío, venciendo inhibiciones y cobardías.

Para comenzar un tratamiento se debe ser un poco intrépido, para poder correr el telón que ocultaba lo REAL, para subirse al escenario de la vida como protagonista que escribe su propio papel, y ya no como esa figurita de cuarta que representaba guiones siempre ajenos a su sentir y a su deseo.
 

No todos los pacientes que inician una cura están en posición de animarse a cuestionar a su si mismo o a algún Otro, para ello hace falta un trabajo previo o preliminar.

Lo común es que el paciente llegue a su primer entrevista con la ilusión de recuperar ese "si mismo" que hoy, por las peripecias de su vida, siente que perdió. Aquí la labor de un psicoanalista consiste en dirigir a ese sujeto para que pueda llegar a interrogarse acerca de lo que verdaderamente desea de su vida.

Curarse es ampliar la posibilidad de interrogarse, perdiendo el miedo de preguntar a un Otro, cuestionando aquello que se pensaba inamovible e inalterable, transformando la queja en acto responsable.

EL ALMANAQUE   PSICOLOGÍA - PSICOANÁLISIS

EL ALMANAQUE   PSICOLOGÍA - PSICOANÁLISIS

EL ALMANAQUE   PSICOLOGÍA - PSICOANÁLISIS

EL ALMANAQUE   PSICOLOGÍA - PSICOANÁLISIS