CUANDO COMENZAR UN ANALISIS
“...
cuando las noches son largas, tan silenciosas,
y las
cosas no tienen ya valor,
porque
aquello perdido aun se ama,
porque
aquello que esta muerto aun se reclama,
y hay un
frasco de embutal junto a la cama,
en lugar
de una flor. ”
María
Elena Fingermann
Cuando alguien
demanda comenzar un tratamiento psicoanalítico es porque comienza
a resultarle insoportable esa forma de vivir la vida que se ha
construido. “Hace falta” que el sujeto se pueda llegar a
interrogar sobre la causa de su mal-estar, de porque al le pasan
las cosas que le pasan, que decida hacer algo con su dolor en
lugar de padecerlo, que tenga deseos de saber que lo impulsen a
modificar su relación con lo REAL.
Dolor que se
padece de mil formas diferentes, como diría esa canción de Mana,
“como dueles en los labios, en todos lados... como duele estar
viviendo... como duele estar muriendo así”. Psicoanalizar las
“CAUSAS PERDIDAS”. Transformando el
dolor en deseos de encontrar la causa.
El horror a saber
es la prisión mortificante que impide que una persona interrogue
a un psicoanalista buscando liberarse de aquello que lo aqueja.
Horror que nos convierte en esclavos del “siempre será igual”.
Para concurrir
por primera vez a consultar a un psicoanalista es porque ese
pequeño mundo que nos habíamos construido ya no alcanza, ya no
sirve para dar respuesta a lo que ahora esta pasando.
Verdad ocultada por miedo a enfrentar lo REAL de la vida, que se
des-cubre. Descubrimiento trágico, que deja traslucir esa farsa,
esa comedia que habíamos montado, esa realidad que hoy nos resulta
tan extraña pero que sin embargo la sabemos tan familiar.
Momentos traumáticos de nuestra vida, donde algo inesperado
sucede, donde la verdad se presenta y hace tambalear ese velo que
encubría a ese Otro, que para cada cual tendrá su nombre:
- “Me entere
que me engañaba, no lo podía creer, pero era así... ahora no sé...
¿ qué hice de mi vida todos esos años?... necesito ayuda...”
Cimbronazos que
se producen en nuestros mundos de sueños, despertares a lo REAL
del mundo, revelaciones que nos dejan desubicados en el papel que
representábamos en la vida. Momentos de aturdimiento,
desconcierto, insomnio, soledad, dolor y vergüenza. Sujeto que aun
desea darle una chance mas al vivir, y consulta, y busca,
implicándose con su sufrir para intentar modificarse para
modificarlo.
Deseo de
saber y de cambiar que impulsan a un sujeto a buscar a un
psicoanalista que lo introduzca en la cura. Curar es devolverle al
paciente su dignidad de sujeto.
Y que nos guíe el
deseo de saber.