La Poesía
REINO DE DIOS
Caudillo de la patria sin linderos
de la infinita Humanidad, nos llevas,
mesnada de cruzados, a la toma
de la Jerusalén celeste, encierro
de la gastada ley y señorío
del porvenir eterno; asiento el único
de libertad -de que eres el dechado-,
ciudad de Dios, lugar final del Hombre;
cristianado universo que a tu gracia
se ha forjado en el hombre, el hombre mismo.
"¡No es -dijiste- mi reino de este mundo!";
tu reino es de la historia la creciente,
no progresiva, eternidad; ¡tu reino
la Humanidad sin lindes, y sin hitos,
conquistas del Espíritu en sazón!
Miguel de Unamuno