ROSA1.gif (4563 bytes)    La Poes�a

line_y~1.gif (1131 bytes)

LOS DADOS ETERNOS

           Dios m�o, estoy llorando el ser que vivo;
me pesa haber tom�dote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
�t� no tienes Mar�as que se van!

          Dios m�o, si t� hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero t�, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creaci�n.
Y el hombre s� sufre: �el Dios es �l!

          Hoy que en mis ojos viejos hay candelas,
como en un condenado,
Dios m�o, prender�s todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado...
Tal vez �oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgir�n las ojeras de la Muerte,
como dos ases f�nebres de lodo.

           Dios m�o, y esta noche sorda, oscura,
ya no podr�s jugar, porque la Tierra
es un dado ro�do y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.

C�sar Vallejo, poeta peruano (1892-1938)