Humor de Navidad

¡Oh, la hospitalidad texana!

Si tienes pensado cruzar la frontera para ir de shopping o pasarte esta temporada en un lugar tan parecido al Paraíso como lo es Texas, te damos a conocer el folleto de promoción turística que nos hizo llegar la Oficina encargada de tales menesteres para darnos una idea de lo maravillosa que puede ser tu estancia ahí:

1.- No ordene Filete mignon o pasta Primavera en la Casa del Waffle. Se trata de un simple comedor. Ahí se sirven desayunos las 24 horas del día. Permítales que le preparen algo que sepan hacer bien. Si usted los confunde le van a patear el trasero.

2.- No se ría de nuestros originalísimos nombres sureños: Merleen, Bodie, Ovine, Luther Ray, Tammy Lynn, Darla Beth, Inez, Billy Joe, Sissy, Clovis, etcétera. O nos veremos en la necesidad de patearle el trasero.

3.- No ordene botellas de refresco o latas de soda. Aquí se llama coca. Punto. A nadie le importa si es Pepsi, Delaware Punch, Dr. Pepper, 7-Up o lo que sea. Es Coca. Punto. Acéptelo. Hacer cualquier otra cosa motivará la pateada de su trasero.

4.- Somos perfectamente conscientes de nuestra herencia. Muchos de nosotros son más ilustrados que usted pero no nos detendremos para demostrárselo. También somos más educados y mucho más simpáticos. Haga favor de no referirse a nosotros como una partida de montañeses o le patearemos el trasero.

5.- Estamos plenamente conscientes de la excesiva humedad del lugar, así que puede guardarse sus comentarios al respecto. Sólo gástese su dinero y váyase o nos veremos en la necesidad de patearle el trasero.

6.- No nos venga a decir que las cosas son mejores en la ciudad donde usted vive. Muchos de nosotros hemos visitado agujeros pestilentes tales como Detroit, Chicago o Washington DC, y tenemos las cicatrices para probarlo. Si no le gusta cómo es aquí, Delta tiene muchos vuelos. Lleve su trasero a casa antes de que se lo pateemos.

7.- Nosotros sabemos hablar el Inglés con propiedad. Si hablamos de este modo es porque no queremos sonar como aquellos que viven en las grandes ciudades de nuestro país. Nos tiene sin cuidado si no entienden lo que decimos. Todos los demás sureños sí nos entienden y con eso basta. Si no le parece, lárguese o le patearemos el trasero.

8.- No se queje del paisaje del sur de los Estados Unidos. Si llegamos a escuchar algún reproche de nuestros bellos escenarios naturales le vamos a patear el trasero hasta que lleguemos de regreso a su lugar de origen.

9.- No se ría de nuestras arraigadas costumbres sureñas. Nosotros siempre terminamos las frases diciendo "señor" o "señora" y nos quitamos el sombrero cada vez que pasa una dama. Tales cuestiones se esperan de gente civilizada. Compórtese como se debe cuando ande cerca de alguna de nuestras abuelitas o ellas le enseñarán, a patadas, algunos buenos modales, tal como lo hicieron con nosotros.

10.- Finalmente, no se atreva a venir a enseñarnos cómo preparar un barbecue. Si lo hace, su trasero será llenado de plomo (justo instantes después de haber sido pateado). Después de todo, tiene suerte de que le permitamos venir. Atrévase a criticar nuestro modo de cocinar y regresará a su casa en una caja de madera (excepto su trasero).