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Pu-Erh, el tesoro de los emperadores chinos

¿Pu-Erh? ¿Tesoro de los emperadores chinos? ¿De qué estaremos hablando? A lo mejor ya lo sabes pero, por si no es el caso, te diremos que Pu-Erh es el nombre original del famoso, y actualmente tan de moda, té rojo.

La planta del Pu-Erh se cultiva en los altos del Yunnan, provincia china conocida como "el país de la Eterna Primavera", donde se procesa y elabora de una manera especial, tradicional y milenaria, conociéndose como el "Té del Emperador". Apropiadamente recibió este nombre pues, en la antigüedad, únicamente estaba reservado para la nobleza china. Es muy probable que el té se esté consumiendo en China desde el año 2.800 a.C. y con total seguridad desde el 1000 a.C., ya que de esta época datan los primeros registros escritos que hacen referencia al uso del té. Durante siglos, al igual que hoy, sus propiedades vitalizantes y saludables fueron muy valoradas.

El té rojo se consigue gracias a la fermentación y el envejecimiento del té verde. Su proceso de fermentación puede durar varios años y se hace en barricas como los vinos. El producto final aúna los beneficios del té verde eliminado alguna de sus desventajas ya que posee un nivel menor de cafeína.

Los beneficios del consumo de té rojo para la salud son numerosos. Es capaz de desintoxicar, refuerza el organismo frente a las infecciones y es un buen aliado contra las enfermedades degenerativas. Además, disminuye el nivel del colesterol "perjudicial", los triglicéridos y el ácido úrico, así como es capaz de combatir problemas hepáticos. También ayuda a activar el metabolismo y la combustión de grasas. Quizás por esto último esté tan de moda, ya que puede representar un buen apoyo para los que están realizando algún tipo de dieta adelgazante. Igualmente posee propiedades que pueden normalizar desarreglos intestinales, gases o diarreas.

Y aunque algunos no le otorgan tantos "parabienes", lo cierto es que recientes estudios realizados en Universidades como las de Hongkong o Kunming avalan con creces lo que brevemente acabamos de enumerar. Por ejemplo, según investigadores de estos centros, han comprobado que el té rojo reduce claramente los valores del colesterol "malo" siendo capaz de aumentar el colesterol "bueno". Así es que protege activamente los vasos sanguíneos de sedimentos peligrosos. Además, también han verificado que posee efectos que reducen el peso superfluo. También han constatado como activa la producción de enzimas purificadores y el metabolismo del hígado acelerando la eliminación del alcohol. La nobleza china ya era conocedora de esta peculiaridad del Pu-Erh, por lo que no faltaba después de las grandes comilonas donde las bebidas etílicas solían hacer estragos entre los comensales.

Siguiendo con los estudios científicos a los que estamos haciendo referencia, también han demostrado que el té rojo aumenta la resistencia contra los parásitos y es capaz de destruir numerosos microorganismos en el intestino. La lista de beneficios es muy larga y al parecer sus efectos secundarios no aparecen por ningún lado. Así es que, trátate como un Emperador de la China, y pásate al té rojo.