BERNARDINO

Es un derivado de Bernardo y tiene su misma procedencia: del germ�nico Bern-hard, oso fuerte, como met�fora de "guerrero fuerte y astuto como el oso". Este nombre de pila se ha desarrollado en la Edad Media, y tuvo una razonable expansi�n, evidenciada en los cuatro santos que honraron este nombre.

San Bernardino de Siena fue un predicador franciscano (1380-1444), llamado el ap�stol de Italia. A los seis a�os hab�a quedado ya hu�rfano de padre y madre, por que se hizo cargo de �l una hermana de su madre. Se distingui� por una brillante inteligencia y por una humanidad inconmensurable. A los diecisiete a�os, reci�n acabados los estudios de filosof�a, derecho civil y derecho can�nico, ingres� en la Hermandad hospitalaria de Nuestra Se�ora della Scala. El a�o 1400 la peste asol� Italia y se ceb� en Siena. El hospital que atend�a san Bernardino estaba repleto de apestados, que se sacaban de encima las familias para evitar el contagio. No los llevaban para que los curasen, sino para que muriesen all� y los hermanos se ocupasen de enterrarlos. Pero Bernardino, junto con otros diez compa�eros, decidi� que su deber de cristiano era atenderlos y curarlos. Pagaron por esta acci�n heroica un alto precio. Algunos hermanos murieron, y otros, como Bernardino, quedaron con la salud muy quebrantada. Pasada la emergencia de la peste, crey� m�s conveniente para su salud espiritual ingresar en los franciscanos. A imagen y semejanza de san Vicente Ferrer, a quien conoci� personalmente, sus superiores le mandaron a predicar por toda Italia. No duraban sus sermones menos de 4 horas, y como san Vicente Ferrer llegaba a reunir multitudes de hasta 30.000 personas. Pero era tal su fuerza de convicci�n y tan profunda la humanidad que transmit�a, que consigui� reconciliar a much�simos enemistados, entre ellos a g�elfos y gibelinos. Fue el iniciador y ap�stol de la devoci�n al nombre de Jes�s, que llevaba escrito en una tablilla que expon�a a la veneraci�n de los fieles, por lo que fue acusado de herej�a ante el papa Mart�n V. Juzgado de 1427 a 1432, en un juicio en que le defendi� san Juan Capistrano, fue declarado inocente. El papa le propuso la sede de la di�cesis de Siena, pero el santo la rehus�. Se conservan sus sermones, tanto en lat�n como en italiano.

Celebran su onom�stica los Bernardinos el 20 de mayo (S. Bernardino de Siena); pero pueden optar tambi�n por el 2 de julio (S. Bernardino Realino, presb�tero), el 28 de septiembre (S. Bernardino de Feltre, fundador de los Montes de Piedad para salvar a los pobres de los usureros); y el 7 de noviembre (S. Bernardino de Fossa, fraile franciscano). Es obligado citar tambi�n, por las vidas que ha contribuido a salvar, a Bernardino de Ment�n, sacerdote y arcediano de Aosta (925-1009), que fue el fundador de los dos conventos-hospeder�a del monte San Bernardo, con sus famosos perros de rescate, los sanbernardos.

No le faltan excelencias a este nombre, desde la propia nobleza de su origen hasta el gran san Bernardino de Siena, uno de esos hombres que le dan a la humanidad un buen tir�n hacia arriba. Magn�ficos tocayos tienen los Bernardinos. �Felicidades!

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