APOCALÍPTICO
Mucho me temo que la guerra de los Balcanes acabe siendo apocalíptica, es decir que
acabe derrotando al "mal" e inaugure una nueva era en que sólo existirá el
"bien" y ya no habrá buenos y malos y nos dedicaremos ya todos a adorar al que
venció al dragón de las siete cabezas y los diez cuernos.
Es muy difícil para los poderosos vencer las tentaciones apocalípticas: una
gran destrucción primero, con gran ostentación de poder y majestad, para luego recibir
la pleitesía de todos los pueblos y naciones. En efecto, todo apocalipsis tiene dos
partes: la terrible batalla primero, sumamente destructiva, y luego la celebración del
triunfo, que en las batallas entre el bien y el mal tiene características muy peculiares.
Pero los diccionarios nos inducen a error: "espantoso, tremendo, terrorífico,
horrible, catastrófico, que comporta destrucción total, que inspira un horror
sublime..." son las definiciones de la mayoría de diccionarios. Algunos añaden los
conceptos de fantástico y enigmático. Basta consultar un diccionario de un siglo de
antigüedad, para que ni se nombre lo terrorífico: "apocalíptico, ca adj.
Concerniente o referente al apocalipsis || Fig. Emblemático, misterioso, equívoco,
confuso, ininteligible, etc. || Por ext. Augurador, présago, profético, fatídico,
etc." Curiosamente este término se utilizó en el teatro de variedades. Anunciaban
espectáculos apocalípticos refiriéndose a su carácter equívoco, confuso,
misterioso... El público corrompió la palabra en sicalíptico, que han recogido
los diccionarios como "pornográfico". Hay que ver los extraños vericuetos por
los que discurren las palabras!
Kaluptw (kalýpto)
significa cubrir, tapar, ocultar. Apo (apó)
es el prefijo que equivale al latín ab- y a nuestro "des-". Apokaluptw (apocalýpto) significa por
tanto descubrir, destapar, desvelar algo que estaba secreto. El sustantivo apokaluyiV (apokalýpsis) significa pues,
descubrimiento, revelación (y en el sentido en que lo usaron en el teatro, también
"destape"). En el significado original de apocalipsis no aparece por ningún
lugar la idea de catástrofe, de destrucción. Se le ha dado este significado a partir de
la lectura del Apocalipsis de san Juan, donde la destrucción ocupa un lugar notable. El
más espectacular ciertamente, pero no el más importante.
El Apocalipsis no sólo nos revela las características de la destrucción del mundo en
la batalla del bien contra el mal. Nos desvela también, y ésta es la parte más
inquietante de cualquier apocalipsis, cómo será la paz que le siga. En el de S. Juan la
paz que sigue a la destrucción es la adoración. El mal quedará confinado por mil años
y los buenos reinarán con el vencedor durante mil años. Los mil años que han fascinado
a todos los que han querido hacer nuevo el mundo. Lo apocalíptico no es la destrucción,
sino lo que se oculta tras ella. ¿Cuándo sabremos por fin qué se oculta tras la
devastadora destrucción de Milósevich y de la OTAN?
Mariano Arnal
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