LAS CLAVES LÉXICAS Mariano Arnal |
Solamente las
realidades que importan tienen nombre. Los pueblos que viven en los
polos, tienen hasta más de veinte nombres distintos para la nieve. Para
ellos estas distinciones son muy importantes, y no les pasan
desapercibidas. En el esquí vemos una sombra del mismo fenómeno. Mientras existe
cualquier forma de racismo, mientras unos están más arriba y otros más
abajo en razón de su nacimiento, tienen vigencia las denominaciones
para distinguir a los que no pertenecen a la raza pura. Ahí están aún
los indios de la India con sus castas, infranqueables, que ponen a cada
uno en el lugar social en que ha nacido. Nos recuerda al mestizo en sus increíbles variedades según las razas progenitoras, según el grado de mestizaje y con distintas denominaciones según la lengua en que se hicieron: los hijos de blanco y negra o viceversa, se llamaron mulatos; los de blanco e india, o india y blanco, mestizos; y estos mismos en Brasil se llamaban cafuzos. Los hijos de negro e india o viceversa, zambos de indio, o zambaigos. Y a partir de aquí las nuevas mezclas en segundo, tercer o cuarto grados, dan asimismo otra serie de nombres: al hijo de español y negra (y viceversa; así en todos los casos) se le llamaba mulato; al de español y mulato, morisco; al de español y morisco, chino; al de chino e india le llamaban saltoatrás; al hijo de saltoatrás y mulata, lobo; al hijo de china y lobo, jíbaro; al de jíbaro y mulata, albarazado; al de albarazado y negra, cambujo; al de india y cambujo, zambaigo; al de loba y zambaigo, calpamulato; al de calpamulato y cambuja, tentenelaire; al de mulata y tentenelaire, notentiendo; al hijo de india y notentiendo lo llamaban tornaatrás. Y aún aparecen otros nombres según otras fuentes: albino (hijo de español y morisco), barcino (hijo de albarazado y mulata), coyote (hijo de barcino y mulata), chamiso (de indio y coyota), coyote mestizo (el hijo de chamiso y mestiza). Y luego vienen los cuarterones y los quinterones, y el requinterón de mulato, y el requinterón de mestizo, que con español da gente blanca, quien de nuevo con español, da español casi limpio. Y aún quedan los claros, y los pardos, y los zambes o cabras, y los harnizos... EL ALMANAQUE se detiene hoy en el concepto de mestizaje. Hemos querido dejar constancia de la larga retahíla de nombres con que se llamaron los mestizos porque son reflejo de una realidad pasada y porque más de uno se encontrará en apellidos y apodos. |