POEMAS DE
AMOR
APASIONADA
Un vaso es alojamiento del alma; como el poema soplo del espíritu. J.J. Arreola
me laceran pélvicos tus recuerdos
de ajenas ternuras. Tócame el alma: lo deseo eternamente... No me atrevo, ni obtengo
alivio en brazos morféicos, hacia la luna aspiro
elucubrar y evaporarme; condensación de ganas,
no por nubes, sangran mis espejos por
tu imagen, en mis playas infinidad
de sílices. Turbias aguas
cristalinas, apetitos que alucinan
exaltados cual anhelo de orgásmicos
encuentros; aullidos de dolor
enamorado le temo a tus fantasmas Verdades no dichas;
mentiras viles: palabrería altisonante. Posees la divina flama
encendida, con marcada estigma,
idiota; purificas en plata
plenilunios. De
tu nombre remarco las vocales, un zumbido delfinario
sobre el mío... Entrego mi costilla,
entusiasta y amorosa, libélulas orquestadas en
lujuria; como alquimia adherida
que navega. |