Esta
mujer,de edad avanzada ,realiza un viaje en avión con su perro
yorkshire desde Madrid a las Islas Canarias, pero durante su
estancia alli, el pobre animalito se muere, y la mujer, muy
encariñada con él decide traerlo en el viaje de regreso a su
lugar de residencia para darle el entierro que merece.
Ella
lo hace facturar de tal manera, como animal muerto, pero en este
tipo de casos el cuerpo tiene que ir con el resto de animales
vivos que viajan en el avion. El avión llega sin ningún tipo
de contratiempo a su lugar de destino, y allí, un empleado
novato se lía con los documentos de tal manera que no se da
cuenta que ese animal fue embarcado como muerto a la salida del
avión, y se cree que el perro ha sufrido algun percance y ha
muerto durante el vuelo por algun tipo de descuido por su parte.
El
empleado asustado por las posibles consecuencias que su
negligencia le puede acarrear en el aspecto laboral, decide ir a
una tienda de animales y comprar un perro exactamente igual,
bueno, o al menos lo más parecido al que se encuentra tieso en
su jaula. Una vez que lo tiene regresa al aeropuerto y llega la
hora de entregar cada animal a su dueño; Todos quedan
conformes, hasta llegar al momento en que le corresponde la
entrega a la dueña del yorkshire que, por supuesto, nada más
verlo dice que ése no su perro. El empleado se pone nervioso
pensando que la mujer se ha dado cuenta del cambio, e intenta
persuadirla, diciendole:
-"¿Pero
cómo no va a ser su perro? Por supuesto que sí, señora, ¿por
qué ha llegado usted a esa conclusion?", a lo que la
mujer, sin ningun tipo de vacilación, responde
-"Porque
cuando yo metí a mi perro en el avión estaba muerto y usted me
esta dando un animal vivito y coleando".
|