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FIRMAMENTO INCONEXO. Mi estrella que no está sigue brillando, translúcido reflejo retiniano, luz vacía, extinción persecutoria. Mi estrellita ha muerto y me llena de luz todavía, antiguas victorias de carne, luz para nadie. Mi estrella esboza su trayectoria perdida, su desplomarse en una pálida columna de mentiras. Luz de calumnia. Te quiero, todavía, mi estrella fugaz, mi antinoche, mirada esquiva, furtiva. Has leído mi diario, las líneas de mis manos, has robado mi deriva, mis designios, favor flaco, estoy atado, agotado y vacío y tú no estás. En la noche, la vía del sueño se traza lenta, luces inconexas, el sueño se expande como el aire bajo la hoja que cae, que se mece, que gira lentamente y susurra al suelo un roce ingenuo, y allí queda, y queda el alma por siempre, a los pies de la alameda, derrumbado, sobre hojarascas de flotante crepitar abandonado. Noviembre. Volverás. Siempre jamás. |