SEXO
Adelanto que esta
palabra en su origen l�xico aporta poca luz al an�lisis de lo que
hoy significa, entre otras razones porque el concepto de sexo
como conjunto org�nico, fisiol�gico y psicol�gico, y no como
simple denominaci�n de un �rgano, tuvo su inicio en el siglo
XVIII. Es por tanto una palabra que s�lo a partir de entonces empez�
a llenarse de contenido.
Empecemos, no
obstante, por el lat�n. La palabra sexus la
encontramos en Plinio y Lactancio, y mira por d�nde, se usa
exclusivamente para denominar el sexo femenino e incluso para
denominar a la mujer. El mismo valor tiene en las lenguas rom�nicas
en las que entra como eufemismo culto para evitar la denominaci�n
vulgar. S�lo se generaliza su uso, al mismo tiempo que los t�rminos
cultos vagina, vulva, pene... a partir del siglo XVIII y como
terminolog�a m�dica. El campo l�xico de sexus es muy
reducido: coincide con secus, que adem�s es una segunda
forma de la misma palabra y por tanto con el mismo significado de
sexo. Totalmente contigua a secus con ambas vocales breves,
tenemos secus con s�lo la e breve, y con otro
significado: "de otra manera", "diversamente",
"al contrario", "mal", "malamente".
Relacionado con sequor, secundus (el que viene detr�s, el
que ha de seguir). Simplemente dejo constancia de que ah� est�n
esas palabras, a tocar. Dejo tan s�lo constancia, igualmente, de
que Freud, tan dado a los an�lisis a partir de las palabras,
describi� varias enfermedades ps�quicas de la mujer a partir de la
percepci�n que de su sexo ten�an algunas pacientes como carencia,
y que explic� como "angustia de castraci�n".
Probablemente porque tambi�n muy cerca de sexus tenemos sectus,
participio pasado de seco - secare, que significa cortar.
Los diccionarios
tienden a definir "sexo" como el conjunto de las
peculiaridades de estructura y de funci�n que distinguen uno de
otro al individuo que tiene el poder fecundante, del que tiene la
capacidad de ser fecundado. Luego existe la acepci�n de sexo como
conjunto de personas que poseen uno u otro de esos distintivos, y
finalmente se designan con esa palabra los �rganos genitales. Vale
la pena destacar que hasta que no se seleccion� una terminolog�a
"cient�fica" es decir latina y griega para hablar de
sexo, no estuvo bien visto hablar ni menos escribir sobre este tema;
y que desde el momento en que se pusieron en circulaci�n estas
elegantes palabras, el sexo se ha convertido en tema decoroso de
conversaci�n. Porque no olvidemos que relacionadas con el sexo est�n
las palabras "impuro" ya desde la Biblia,
"obsceno", "imp�dico"; que al sexo se le
denomin� durante siglos de forma elegante las "partes
pudendas", es decir aquellas de las que hab�a que sentir pudor
y verg�enza, de donde nos qued� una de las denominaciones
"decentes" actuales: "las partes" con o sin el
posesivo.
Apunto, finalmente,
que sobre sexo vuelve a estar casi todo por decir desde el momento
en que se ha desvinculado eficazmente de la reproducci�n y se
contemplan con sumo inter�s otros aspectos del mismo.