SAN VALENTIN    

AMISTAD

Del lat�n vulgar am�citas, amicitatis; derivado de amicus. Para que haya dado amistad, se ha tenido que formar la palabra en otra lengua distinta del espa�ol, en que se pronunciase "amisitas" (pl. amisitates), que con la ca�da de la breve post�nica y sonorizaci�n de la segunda t, nos da amistades. Se suele construir con los verbos anudar, reanudar, entablar, hacer, trabar, cultivar, frecuentar, mantener, romper. Entendemos por amistad la relaci�n entre amigos. Tambi�n llamamos as� a la persona con quien se tiene amistad; se usa mayormente en plural (Quien dice las verdades, pierde las amistades), llegando en esta forma a su menor intensidad: se entiende por amistades las personas con las que nos relacionamos habitualmente. Es de destacar respecto a la amistad, tanto si se refiere al sentimiento como a las personas, que si bien el opuesto contradictorio es enemistad, se usa mucho m�s en oposici�n a amor. Cuando se quiere puntualizar que una relaci�n no es amorosa, se especifica que se trata tan s�lo de una amistad, llam�ndose as� tanto a la relaci�n, como a la persona con la que se mantiene esta relaci�n. Y por supuesto se evita asociar la amistad con la palabra relaci�n, que pertenece al �mbito del sexo, en especial cuando se usa en plural: relaciones (amorosas).

�Qu� es exactamente la amistad? Tendremos que admitir que es algo tan indefinido e indefinible como el amor. Los romanos dec�an: amicitia pares invenit, vel facit = la amistad encuentra a los iguales, o los hace. Es aquello de Dios los cr�a y ellos se juntan. La primera caracter�stica de la amistad es pues, como admiten todos los tratadistas, la igualdad; y si no existe, se hace. Pero verdadera amistad no puede haberla entre desiguales, sino que se establecen otras formas de dependencia. Los romanos llamaban tambi�n al amigo, tan sentenciosamente, el alter ego, el otro yo. Eso implica la capacidad del amigo de estar en el lugar del amigo. Quiz� sea esa la raz�n por la que los amantes no pueden ser amigos (volver� sobre el tema bajo la palabra amigo) el amado nunca puede ser el alter ego; es, y no puede ser m�s que el alter, que en un lenguaje m�s crudo a�n se llama el objeto del amor. Precisamente en el amor m�stico, "amada en el amado transformada", hay una notoria invasi�n de la amistad en el campo del amor.

En nuestra cultura hay que se�alar a los griegos como los inventores de la amistad, que llamaban jilia (fil�a). Cultivaron la sintonizaci�n de las almas en una misma est�tica, en unos mismos sentimientos, en una misma cultura. En un principio se entendi� por jilia, (fil�a) el sentimiento de apoyo mutuo que un�a a los compa�eros de armas. La amistad entre Aquiles y Patroclo es la primera que nos ofrecen las letras griegas. Era casi un acto de defensa y de supervivencia. La intensidad de esos sentimientos era pareja a la necesidad que los impulsaba: en ellos estaban la vida y la muerte. El llanto de Aquiles por su amigo Patroclo es conmovedor. De ah� pas� la amistad a los compa�eros de estudios y de juergas (estamos ya m�s cerca de las amistades) Los fil�sofos fueron fervientes promotores de esta forma de relaci�n humana. Para Plat�n en ella estaba el principio del valor (y de la valent�a, andreia andr�ia) y de todas las virtudes (areth, /aret�), incluidas las necesarias para la convivencia c�vica.