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 INDICE - LÉXICO - ETIMOLOGIAS - ORIGEN DE LAS PALABRAS

EL ALMANAQUE & LA CASA DEL LIBRO

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MAL

Este término lo empleamos tanto para referirnos al mal ético y al estético, como para referirnos a los diversos males que menoscaban nuestra salud. Nos lo dejaron los romanos de herencia (no sabemos de quién lo heredaron ellos), y le dieron los mismos significados que le asignamos nosotros, pero no con igual intensidad. Apenas lo utilizaban para designar las enfermedades. Tenemos en efecto el sustantivo neutro malum mali, el mal como sinónimo de desgracia, calamidad, daño, estrago, castigo, sufrimiento, peligro… y entre ellos los males del cuerpo de cualquier género, incluidas las malformaciones, mutilaciones, las heridas, la enfermedad. Pero no era éste un valor dominante de la palabra, como lo es en español; en caso contrario, el adjetivo malus mala malum hubiese tenido en algún momento el significado de enfermo, y nunca lo tuvo, como ocurre en nuestra lengua: "estar malo" significa estar enfermo. Otro tanto ocurre con el adverbio male: nunca se usa en latín para referirse al mal estado de salud. La fuerte decantación pues, de esta palabra hacia su aplicación en el ámbito de la salud, no se produjo en el latín, sino ya en nuestra lengua.

Hemos de observar que tenemos la sutil distinción entre ser y estar, que se da en muy pocas lenguas. Distinguimos pues "ser malo", que es una valoración moral tratándose de personas, de "estar malo", que se aplica a la falta de salud, como sinónimo de enfermo. En cuanto al sustantivo, es de notar que se emplea con la misma orientación, es decir como sinónimo de enfermedad. Así hemos estado hablando del "mal de las vacas locas", término que al sonar como un primitivismo, parece que escandaliza menos. Se utiliza la expresión "mal de tal o de cual" cuando no se cuenta con el nombre exacto de la dolencia o del riesgo de padecerla; o cuando se prefiere la forma popular de denominar las enfermedades, a la nomenclatura técnica.

Por despejar la duda de quienes lean alguna inscripción o alguna receta en que aparezca la palabra malum, hay que advertir que esta misma palabra (la única diferencia es que hasta ahora nos hemos referido a malum con a breve, y en estas otras acepciones la a es larga; se trataba de dos vocales distintas por su duración, pero en el bajo latín ya no se distinguen), tiene otras dos acepciones: malus mali sin más apellido es el manzano; malus granata, el granado; malus assyria, una especie de limonero. Y una acepción más es la de mástil de navío y demás palos levantados que se parecen al mástil o hacen su función. La forma neutra malum mali (con a larga) sin apellido significa manzana; pero vale por "fruto de" añadiéndole un adjetivo: malum assyrium (= manzana asiria) es el limón; malum áureum (manzana de oro) es la naranja; malum pérsicum (manzana persa; de ahí el préssec catalán) es el melocotón ( =manzana de membrillo; cotonium = membrillo); mala cotónea o cydonia son los membrillos; malum lentum es el romero; malum discórdiae es la manzana de la discordia.

Despejado el origen latino, y advertida la polisemia que se produce en el bajo latín, que hace coincidir en una misma palabra el mal, el manzano y el mástil, sólo queda entrar en el espeso bosque de la aplicación de la palabra en español a un gran número de enfermedades.

Mariano Arnal

 


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