AMELIA
De origen incierto, ha dado lugar
a varias etimolog�as: la primera lo considera un hipocor�stico de Amalberga,
nombre formado con la voz germ�nica Amal, trabajo (y que dio tambi�n origen a la tribu
de los amalos), y de berg, protecci�n. Otra propone que el segundo elemento sea win,
ra�z germ�nica que significa amistad. Y una tercera etimolog�a propone hacerlo derivar
del griego amalh (am�le), forma femenina de amaloV (�malos), que significa tierna, delicada, sensible,
melosa. Y si nos dejamos llevar por la fon�tica, es un nombre que suena a amor. Es
posible que todas las etimolog�as sean v�lidas a la vez, porque parece que el nombre
original germano (Amelberga, Amalberga) fue atra�do hacia la dulce palabra griega Am�le.
Procede de una l�nea de reyes visigodos, los Amali.
Santa Amelia es la hermana de Pepino el Breve,
padre de Carlomagno; cas� con Witger, conde palatino de Lorena. Uno de sus hijos ilustres
fue san Alberto de Reims. Vivi� a principios del siglo VII. Amelia particip� en la
pol�tica de aglutinaci�n de todos los reinos y se�or�os francos en un solo gran
imperio, que por fin pudo culminar su sobrino Carlomagno. Como era habitual en la Edad
Media, despu�s de haber contribuido con todas sus facultades a la unidad de sus dominios
y al bienestar de sus s�bditos, se retir� a un monasterio, donde pas� los �ltimos
a�os de su vida dedicada a la oraci�n. Su fiesta se celebra el 31 de mayo o el 2 de
junio. Las Amelias pueden celebrar tambi�n su onom�stica el 10 de
julio, en la conmemoraci�n de santa Amelia monja tambi�n, que dedic� toda su vida al
servicio de Dios y de sus semejantes, despu�s de rehusar casarse con Carlomagno.
Fue especialmente c�lebre Amelia
Ana, duquesa de Sajonia-Weimar, hija del duque Carlos de Brunswick-Wolfenb�ttel
(1739-1807). Cas� con el duque Ernesto Augusto Constantino, pero enviud� a los
diecinueve a�os. Administr� sabiamente sus dominios, de manera que en poco tiempo libr�
al ducado de Weimar de las deudas que hab�a contra�do en la guerra de los siete a�os.
Se distingui� Amelia por ser su corte la que mejor acogida dispensaba y un m�s activo
mecenazgo ofrec�a a las ciencias y a las letras, hasta el punto que su corte fue conocida
con el sobrenombre de la Atenas de Alemania. A finales del siglo XVIII y principios
del XIX, su palacio era el punto de reuni�n de los mayores literatos de Alemania. Por �l
pasaron figuras tan insignes como Herder, Wieland, Goethe y Schiller. En 1775 abdic� el
poder en favor de su hijo primog�nito, y libre ya de sus responsabilidades de gobierno,
realiz� en 1788 un viaje a Italia en compa��a de Goethe. Dotada para la m�sica,
escribi� la partitura de la obra que para ella hab�a escrito Goethe "Ervin y
Elmira". Otras Amelias que pasaron a la historia son Mar�a Josefa Amalia, reina
de Espa�a; Amalia Felisa Pilar de Borb�n, infanta de Espa�a; Amalia princesa de
Orle�ns y reina de Portugal; Amalia Isabel, landgravesa de Hesse Cassel; Amalia Mar�a
Federica Augusta, duquesa de Sajonia; Amalia Narcisa, poetisa brasile�a. Tienen las
Amelias un nombre precioso y una corte de grandes Amelias o Amalias en las que mirarse.
�Felicidades!
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