Va un primer chiste, de una trilogía que está preparada, donde se pueden sacar provechosas conclusiones. Un abrazo. Guillermo

No comentar planes estratégicos

 
CASO UNO:
 
Un muchacho va a la farmacia y le dice al farmacéutico:
 
- Señor, deme un preservativo. Mi novia me ha invitado a cenar esta noche en su casa, ya venimos saliendo desde hace tres meses y está que se me "chorrea" a cada rato; la pobre está "calentísima" y parece que ya quiere que le ponga el termómetro.
El farmacéutico le despacha el preservativo y el joven sale de la farmacia, pero duda, se regresa y le dice:
 
- Señor, mejor deme otro, porque la hermana de mi novia también está buenísima y me manda unas cruzadas de piernas terribles, le veo hasta las entrañas, así que parece que también quiere algo, y como voy a cenar a su casa...
 
El farmacéutico le da el segundo, y el arrogante muchachito sale y vuelve a regresar:
 
- Mire señor, deme otro más, porque la mamá de mi chica está recontrabuena. La "vieja", cuando no está a la vista mi enamorada, me para toqueteando y me manda unas insinuaciones que me tiene loco, y como me han invitado a cenar...
 
Llega la hora de la cena y el muchacho sentado a la mesa con su chica tiene al lado a la hermana y a la mama enfrente. En ese instante entra el papá de la chica y se sienta también a la mesa; el muchacho baja inmediatamente la cabeza, une las manos y empieza a rezar:
 
-- Señor, bendice estos alimentos...bbsss, bbsss, bbsss...te damos las gracias por estos alimentos..
 
Pasa un minuto y el muchacho seguía con la cabeza baja, rezando:
 
- Gracias Señor por estos dones,  bbsss...bbsss...bbsss...
 
Pasan cinco minutos y seguía:
- Bendice Señor este pan, bbsss, bbsss, bbsss.
 
Pasan otros diez minutos y el muchacho seguía con la cabeza baja, rezando. Todos se miran sorprendidos, y la enamorada le dice al oído:
 
- Mi amor, no sabías que fueras tan creyente.
 
- Ni yo sabía que tu padre fuera farmacéutico.
 
CONCLUSION: No comente los planes estratégicos personales ni de su empresa a desconocidos, porque la infidencia puede destruir su propia organización.