Las groserías y el castigo
Los medios de
transporte en todo el mundo no son rigurosos con el horario. La
historia es la de una madre que intenta enseñar a su pequeño hijo
lo importante que es cumplirlo.
"Una madre estaba
trabajando en la cocina mientras escuchaba jugar a su hijo en la
sala con el recién estrenado tren eléctrico.
Ella escuha que el
tren se detiene y que su hijo dice:
"Todos los hijuep...que
quieran bajarse, ¡¡hagánlo ahora porque esta es la última
parada!!!. Y todos los hijuep...que van de regreso y se quieren
subir ¡¡metan su culo dentro del tren ahora porque vamos a partir
ya!!".
La madre, asombrada y
perpleja entra en la sala y dice a su hijo: "nosotros no usamos
esa clase de vocabulario en esta casa. Ahora ve a tu habitación
y te quedas en ella durante DOS HORAS. Cuando salgas puedes regresar
a jugar con tu tren, pero usando un vocabulario agradable y
decente".
Dos horas más tarde,
el niño sale de su habitación y comienza a jugar de nuevo con su
tren. Pronto el tren se detiene y la madre escucha decir a su hijo:
"Todos los
pasajeros que vayan a desembarcar del tren, por favor recuerden
llevarse todos sus objetos personales consigo. Les agradecemos por
haber viajado con nosotros en el día de hoy y esperamos que viajen
de nuevo en una próxima oportunidad".
Continúa el niño:
"Para aquellos que estén embarcados, les pedimos que coloquen
todas sus cosas debajo de sus respectivos asientos. Recuerden que
está prohibido fumar dentro del tren. Esperamos que tengan un viaje
relajado y placentero con nosotros en el día de hoy".
La madre sonríe desde
la cocina, satisfecha porque el CASTIGO FUNCIONO, cuando oye que el
niño agrega:
"Y para aquellos
que estén enojados por la demora de DOS HORAS, ¡¡reclámenle a la
vieja hijuep... que está en la cocina!!!.