Poema a Don Pito

Tu que cuelgas de mi ser
y eres un invertebrado
me haces enrojecer
cuando no estas bien parado.

Ya no se que hacer contigo
no se lo que te motiva
yo que he sido tu mejor amigo
debo saber lo que pasa.

Te invito a todas las fiestas
te consigo las mejores nalgas
y tu ni siquiera despiertas
y haces como que no tienes ganas.

Recuerdo que en nuestra infancia
te llevabas muy bien con mi mente
no hacia falta alguna fragancia
bastaba con mi mano simplemente.

Después en la juventud
aun lo tengo presente
la primera vez que lo hicimos
sentimos que todo era diferente.

Mas tarde cuando empezamos
a hacer del sexo un juguete
probamos bocas, vaginas y manos
cuidándonos siempre el ojete.

Siempre te protegí
de agujeros malhabidos
y los culos que te conseguí
siempre por ti fueron bien recibidos.

Muchas bocas te probaron
algunas no muy femeninas
pero siembre comprobaron
que no hacían falta vitaminas.

Hoy después de los cuarenta
me siento triste y desolado
y no es que ya no te sienta
sino que creo que ya no estas de mi lado.

Hoy también quisiera
aunque ya estés muy chiquito
decirte como antes fuera
¡Don Pito! ¡Don Pito!