Las
preguntas de los niños / Por Manel Fuentes
¿Han pensado alguna vez por qué los niños hacen tantas
preguntas? Verán, el niño llega y te dice:
- Papá, ¿me compras un "Teletubie"? - No hay "Teletubie".
La has fastidiado, porque ahí empieza ya su táctica.
- Papá, Papá, ¿por qué el mar es azul?
- Pues mira hijo, el mar es azul porque se refleja el cielo.
- Ah... Y Papá, Papá, ¿por qué el cielo es azul?
- Pues mira hijo, el cielo es azul porque... porque...son cosas
de la estratosfera.
- Papá, Papá, ¿qué es la estratosfera?
- Pues mira hijo, qué es la... osea, ¿me estás preguntando
que qué es la estratosfera? ¡Yo no sé qué os enseñan ahora
en el colegio, hombre! Anda, anda, toma 1000 pesetas y cómprate
el "teletubie" ese.
Pues así es como lo consiguen todo: preguntando.
Estoy pasando unos días en casa de mi hermana, y mi sobrino me
tiene alucinado. ¿Ustedes se han fijado que los niños hacen
preguntas mucho más inteligentes que los mayores? Cuando les
recoges del cole les dices: "¿Te has comido el bocadillo?
¿Has jugado con plastilina?"
Ellos en cambio plantean cuestiones como: "¿Por qué el
mar no se sale? ¿Los pájaros que hay en España son españoles?
¿En el cielo hay "Corte Inglés"?"
Y es que... Es que los niños todavía no han aprendido a tener
prejuicios, preguntan las cosas y no les da vergüenza. Yo he
descubierto que hay tres lugares donde un niño se pone
especialmente preguntón. El primero es la cama. Claro cuando tú
le vas a acostar, como él no se puede dormir, te acribilla a
preguntas:
- Tío, ¿los conejos se lavan los dientes?
- Sí, sí, venga hasta mañana.
- Manel, ¿por donde mean los peces?
- Por un agujerito, a dormir, a dormir.
- ¿Y los animales por qué no llevan gafas?
- Porque eh... duermen mucho y no tienen la vista cansada, eh?
Duerme, duérmete.
Y a las tantas de la madrugada, el niño se despierta, va
corriendo a tu habitación, y te dice: "¿A que no se dice
puta, cabrón y gilipollas? ¿A que no se dice puta, cabrón y
gilipollas?"
¡Ah! Su segundo lugar favorito para hacer preguntas es el
coche. El otro día íbamos con su padre, y de repente suelta:
- Papá, ¿por qué no tienes pelo en la cabeza?
- Vale niño, cállate y mira las nubecitas, eh? Y SI tengo
pelo.
- ¡No tienes, en esta parte no tienes, no tienes, se te ve la
carne!
Y el tercer sitio donde los niños se ponen filosóficos es el
baño. Es sentarse en el váter, y empezar a surgirle dudas
trascendentales:
- Tío, ¿de qué color es la piel de Dios?
- Bueno... eh... Dios no tiene piel cariño, Dios es etéreo.
- Ah "etéreo" como el "radiocasete".
Aunque lo malo, no es cuando no sabes qué contestarles. Lo malo
es cuando te pone en un compromiso. El otro día estábamos toda
la familia en casa de la abuela, y de repente mi sobrino se
encaprichó de la figurita de Lladró:
- Abuela, ¿me la das?
- No hijo, cuando yo me muera será para tí.
- Ah. ¿Y cuando te mueres?
Pero no es que los niños sean crueles, ¿eh? Es que necesitan
informarse. Y es que aunque el niño diga que quiere ser bombero
ó médico ó policía, la realidad es que todo niño lleva
dentro un periodista nato. Un niño necesita información: la
infancia es una etapa angustiosa, llena de dudas. Yo de pequeño
lo pasé fatal, ¿eh? Un día le pregunté a mi madre: "Mamá,
¿de donde salen las chuletas?" Y ella me dijo: "De
los corderitos cariño, los corderitos como el de Norit" ¡Como
el de Norit! Vamos, pillé un berrinche...
Pero aún hay una pregunta más angustiosa para un niño:
"Papá, ¿quién puede más Superman o La Masa?" Y
sobre todo: "Papá, ¿quién puede más TÚ o La
Masa?"
Claro, y es que el niño tiene tantas dudas, que incluso hay
veces que pregunta las cosas cuando ya las ha hecho: "Mamá,
¿a qué no pasa nada si tiro los macarrones por la ventana?, no
pasa nada" "¿A qué no pasa nada si las gafas de Papá
se rompen?, no pasa nada" "¿A gué no pasa nada si me
medo un garbando en la nariz y me lo embujo pada dentgro?, no
pasa nada, no pasa nada"
Luego, hay unas preguntas para las que los mayores (los padres),
se creen que están muy preparados: Las de sexo. Como se han
comprado un libro tipo "La aventura de nacer", donde
salen dibujitos del espermatozoide, el óvulo, ¿eh? Un primer
plano en escorzo del zigoto... Todo muy bien explicado. Y claro,
el niño termina de leer el libro y dice: "Vale Papá, pero
¿qué es una PAJA? ¿TÚ te haces pajas?"
¡Ah! Y cuidado, que los niños practican también el periodismo
de investigación:
- Papá, Borja dice que el coche de su padre es mejor que el
tuyo.
- Venga anda, el papá de Borja es gilipollas.
- Pues dice que es un 16 válvulas y que vale 4 millones.
- Por eso es un gilipollas. Cuando te diga eso le dices que el
nuestro vale 6 millones.
Entonces el niño, se va a contrastar la información con otra
fuente: - Mamá, ¿cuánto vale el coche de Papá?
- 4 millones.
- No Mamá, 4 millones es lo que vale el coche de Borja, Papá
dice que el suyo vale 6 millones.
- Pero, ¡6 millones!¡Tu padre es gilipollas!
- No Mamá, gilipollas es el papá de Borja.
- No, y tu padre también. ¡Se va a enterar!
Claro. Y el niño con todos estos datos, a la mañana siguiente
abre su informativo diciéndome: "Manel, ¿por qué todos
los padres son gilipollas?" Y él no se queda en los
titulares, ¿eh? Él sigue investigando: "Manel, ¿cuánto
vale tu coche?" A ver qué le digo para que no se piense
que soy como su padre y el padre de Borja. Buenas noches.
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