- LA FRASE -

La sangre de los m�rtires es la savia de la cristiandad  Y la savia del islam. Los  Innumerables M�rtires de Zaragoza (19 en total) se convirtieron en leyenda. Las 6.000 v�ctimas de las Torres Gemelas nunca ser�n leyenda, porque no son m�rtires; no murieron en defensa de ninguna fe. All� no hubo m�s m�rtires que las dos Torres Gemelas. Esas s� que eran testimonio de una fe, y precisamente por eso sufrieron martirio.

Pulchra sunt quae visa placent BELLAS SON LAS COSAS QUE VISTAS AGRADAN Sto. Tom�s de Aquino  Por su propia naturaleza, la est�tica es un conocimiento que est� al alcance de todos. Aunque desconozcamos los c�nones, todo lo que percibimos como bello se ajusta a la est�tica que, como el arte, no es de l�nea �nica, sino que tiene m�ltiples momentos y tendencias

SOBRE GUSTOS NO HAY NADA ESCRITO  S� que lo hay, y mucho. Pero el refr�n se refiere a �escrito� como sin�nimo de �obligado�. Lo que ocurre es que cada vez tienen m�s fuerza las leyes de la moda, y cada vez es m�s la gente que se siente coaccionada por ellas. De eso viven las marcas.

Magna c�vitas, magna solitudo GRAN CIUDAD, GRAN SOLEDAD  La soledad, que nadie se ocupe de ti, es una bendici�n cuando la alternativa es que los dem�s est�n metidos en tu vida fiscaliz�ndola, o peor a�n que est�n hostig�ndote por no ser uno de los suyos. Para eso es mejor que te ignoren.

Brev�ssima est ad scienciam via, audiendi diligentia EL M�S BREVE CAMINO A LA CIENCIA ES LA DILIGENCIA DE ESCUCHAR  Esta sentencia atribuida a Luis Vives nos advierte que la atenci�n es el camino m�s r�pido para el aprendizaje. En consecuencia el no poner atenci�n es el camino m�s breve para la ignorancia.

Eripit se aufertque ex �culis perfecta virtus LA VIRTUD PERFECTA HUYE DE LAS MIRADAS Y SE OCULTA  Es una sentencia de S�neca, un homenaje a esa mayor�a silenciosa que vive virtuosamente y que sostiene realmente la sociedad en sus valores. Lo que la iglesia llama la Comuni�n de los Santos, y que solemniza en las fiestas de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos.

Llamamos destino a todo cuanto limita nuestro poder. Ralph W. Emerson M�s bien llamamos poder a todo cuanto limita nuestro destino.

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