- LA FRASE -


 

�lea jacta est

EL DADO HA SIDO YA TIRADO 

Est�n los dados en el aire, pero ya sabemos con qu� n�mero caer�n. Si s�lo jugase en eso la suerte, no estar�a nada mal. Pero es que los dados est�n cargados, y lo peor es que los hemos cargado nosotros contra nosotros mismos.


 

M�dice, cura te ipsum

M�DICO, C�RATE A TI MISMO

 Esta frase se invent� para escarnecer a los m�dicos. Pero por suerte algunos aspectos de la medicina, concretamente la terap�utica, han evolucionado de forma que el paciente pasa de esa condici�n a la de principal actor. Se convierte en m�dico de s� mismo.


 

Hemos de vencer el miedo: 
puede convertirse en nuestro peor enemigo. 

Es una idea que flota en el ambiente, expresada de diferentes formas. El miedo es un mecanismo de defensa, pero tambi�n de paralizaci�n.


 

O todos moros, o todos cristianos 

�sta es una expresi�n muy espa�ola, que denota la demanda de igualdad de trato a pesar de reconocer las diferencias reales


 

El �ntrax no es contagioso, pero el miedo s�. 

Es la voz que empieza a circular, y que podr�a aportar una dosis de equilibrio a la crisis del bioterrorismo. El miedo es bueno para prevenir los males, no para convertirse en v�ctima del mismo por huir de los males que pretende prevenir.


 

El amor a los placeres, tales como las mujeres, los ni�os, los tesoros de montones de oro y plata, los caballos con marcas impresas, los reba�os, los campos, todo esto parece hermoso a los hombres; pero no son m�s que goces pasajeros de este mundo; el retiro hermoso est� junto a Dios.

El Cor�n, sura III, 12 

El hecho de que las mujeres y los ni�os encabecen la lista de los placeres de este mundo junto a las dem�s riquezas, no cambia el hecho de que en la cultura isl�mica la mujer sea una posesi�n m�s del hombre.


 

El que no aplique nuevos remedios, debe esperar nuevos males; porque el mayor innovador es el tiempo.

Francis Bacon

As� es. Resulta que los terroristas (los malos, se supone) est�n mostrando una enorme capacidad de renovaci�n, mientras que los buenos siguen contempl�ndose el ombligo y lament�ndose de lo malos que llegan a ser los malos.

 

 

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