De Interés Turístico Internacional. Del 27 de febrero a 9 de marzo de
2014
La ciudad entera se vuelca con el carnaval, es una ocasión perfecta para
conocerla y disfrutar del ingenio y la gracia de los gaditanos.
En febrero, Cádiz se transforma en una fiesta. Es época de Carnaval.
La música carnavalesca se oye por cualquier rincón de la ciudad, se
ultiman los detalles de los disfraces (en Cádiz se conocen como "tipo"),
algunos de ellos verdaderas obras de arte y el gaditano vive con toda su
alma uno de los acontecimientos lúdicos más esperados, quizá de los
carnavales españoles el que tiene una imagen más jocosa y divertida.
Frente a la espectacularidad de otros carnavales, la imagen jocosa y
divertida del Carnaval de Cádiz lo convierten en una fiesta única, que
merece la pena conocer.
Durante estos días no faltan otros espectáculos para que la fiesta esos
días en Cádiz sea completa.
Concurso de Agrupaciones del Gran Teatro Falla 2014.
Fase clasificatoria de adultos: comenzará el 31 de enero y se extenderá
hasta el 15 de febrero.
Tras el descanso del día 16, los cuartos de final se desarrollarán entre
el 17 y el 22 de febrero.
De nuevo el 23 habrá jornada de descanso antes de dar paso a las
semifinales, programadas del 24 al 26 de febrero.
Con otro día de descanso en medio, la final se celebrará el viernes 28 de
febrero.
En juveniles, las semifinales serán del 21 al 23 de febrero y el 27 la
gran final.
Y en infantiles, las semifinales están previstas los días 8 y 9 de
febrero, mientras que el 16 será la final.
20 años de Carnaval de Cádiz. (1989 - 2008) - (Parte 1)
La alegría
del carnaval llena las calles de Cádiz
Tiene seis siglos de historia y está como nuevo. Es el Carnaval de
Cádiz, donde la ciudad se convierte en escenario y su gente en
protagonista porque llega don Carnal. Como casi todos los años
será en febrero, del 16 al 26. Los barrios del casco histórico, y
especialmente La Viña, acaparan la mayor parte de la fiesta,
declarada oficialmente de interés turístico internacional.
Cabalgatas, tablaos, actos gastronómicos... es difícil definir el
carnaval y aún más en Cádiz. Aunque oficialmente el carnaval
empieza el día 16 de febrero la ciudad ya está entregada a la
fiesta desde antes. Tampoco el final real de la fiesta coincide
con el oficial, ya que aunque 26 de febrero es domingo de piñata y
un castillo de fuegos artificiales dice adiós a la fiesta, el fin
de semana siguiente tiene lugar el carnaval chiquito o carnaval de
los jartibles, los que todavía quieren más.
Primero llegan las degustaciones gastronómicas y el comienzo del
concurso de agrupaciones de Carnaval cuartetos, chirigotas,
comparsas y coros- que concluye el día 17 de febrero con la Final
en El Gran Teatro Falla. Un concurso que repasa con coplas y
actuaciones sobre el escenario y después en la calle- la
actualidad gaditana, andaluza, española y mundial, en clave de
humor. Nadie se libra del ingenio y la ironía de los letristas del
carnaval de Cádiz.
La Gran Final del Teatro Falla da paso al carnaval en la calle y
el pueblo se hace el único protagonista de esta fiesta. El sábado
18 es el pregón del carnaval en la plaza de San Antonio en un acto
multitudinario. Una noche en la que la ciudad multiplica su
población. La única regla es venir disfrazado de lo que sea y con
ganas de pasárselo bien. Sin lujos, con lo primero que se
encuentre a mano. Porque este no es el carnaval del glamour, sino
el de las ganas de reírse hasta de uno mismo y de bailar en la
carpa.
De día y de noche
El día siguiente no es menos multitudinario. El carnaval deja
momentáneamente su carácter nocturno y se desarrolla con el calor
del mediodía. El carrusel de coros toma las calles del centro y es
un placer escucharlos, tomando una copa, animándoles y cantando
con ellos desde las dos de la tarde. El año pasado, tras varios de
ausencia el carrusel retornaba a la Plaza del Marcado.
Los más pequeños prefieren disfrutar con la cabalgata magna que
atraviesa la Avenida en un desfile de color el domingo día 19 al
caer la tarde. De aquí a los fuegos artificiales con el mar de
fondo.
El lunes 20 el carrusel de coros vuelve a tomar el centro con un
público menos numeroso, al tratarse de un día festivo sólo en la
ciudad de Cádiz.
En los días de entre semana el volumen de actos carnavalescos se
reduce ligeramente al ser días laborables. Es una buena
oportunidad para escuchar a las agrupaciones por los distintos
tablaos que se instalan en la ciudad y disfrutar de las ilegales
en la Viña hasta altas horas de la madrugada.
El viernes 24 de febrero vuelve la actividad frenética, Sólo
quedan tres días de carnaval y los gaditanos y visitantes quieren
aprovechar hasta el último segundo. La Viña, el barrio más típico
del carnaval acoge un nuevo carrusel de coros, en este caso
nocturno. Es la excusa ideal para pasar en las calles de este
barrio la noche entera.
El sábado de piñata la calle de la Palma, también en la Viña, es
escenario de la Cabalgata Chica. Por último, el domingo de piñata
(26 de febrero) el carnaval finaliza con la quema de la bruja Piti
en la gaditana playa de la Caleta, mientras, a pocos metros, desde
el Castillo de San Sebastián se lanzan los fuegos artificiales que
ponen punto y final a las fiestas de don Carnal para la mayoría. Y
decimos la mayoría, porque todavía queda un fin de semana de
carácter oficioso. No es festivo ni está recogido en ningún
calendario oficial, pero las ganas de carnaval del pueblo han
hecho que el domingo siguiente al de piñata, este año el 4 de
marzo, se celebre el llamado carnaval chiquito o carnaval de los
jartibles para aquellos que aún no han tenido bastante con 10 días
de carnaval y siguen con ganas de escuchar coplas. Ese día las
agrupaciones ilegales toman las calles e interpretan su repertorio
ante un público menos numeroso que durante el carnaval oficial. Es
un acto más íntimo, diferente a los populosos días de carnaval
cuando es difícil andar por la calle. El público es en su mayoría
de la propia ciudad o de localidades cercanas y es una buena
oportunidad para escuchar la gracias y el humor de estas
agrupaciones de una forma más tranquila.
El entusiasmo del Carnaval de Cádiz se ha extendido a otros puntos
de la provincia, donde han ido naciendo celebraciones paralelas
influidas por las fiestas de la capital, cada uno con sus
peculiaridades. Destaca la Gran Cabalgata del Carnaval de Chipiona.
Seis siglos de Historia
Los orígenes del carnaval de Cádiz se remontan a la segunda mitad
del siglo XV, con la llegada a la ciudad de comerciantes genoveses
y se va consolidando en los siglos siguientes, sobre todo a raíz
de que la ciudad se convirtiera en el principal puerto del Imperio
Español hacia América. En aquellos tiempos la ciudad era un enorme
crisol cultural, donde marinos de todos los rincones del mundo se
cruzaban por sus calles. Era especial la vinculación de la ciudad
con los puertos del norte de Italia y Venecia. Los esclavos
africanos que también había en la ciudad aportaron también sus
ritmos y músicas surgiendo una fiesta popular y anárquica.
Durante el siglo XVI la fiesta se consolidó, de hecho existen
documentos de la época que hablan del arraigo de las fiestas de
Carnestolendas en la ciudad. La Iglesia y su férrea disciplina
nunca vieron con buenos ojos esta fiesta de tantos excesos y tan
cercana a la Cuaresma, por lo que siempre presionó para eliminarla
o rebajar su importancia, aunque el pueblo nunca lo permitió.
Durante el asedio de Napoleón a la ciudad a comienzos del XIX,
cuando Cádiz era la única ciudad que resistió a las tropas
francesas, nada pudo evitar que los gaditanos celebrasen sus
carnavales como siempre.
Durante la dictadura del general Franco entre 1939 y 1975, los
carnavales fueron prohibidos por su carácter festivo y poco
religiosos, pero el pueblo de Cádiz una vez más desoyó las
indicaciones oficiales, saliendo a la calle disfrazados aún a
riesgo de acabar en el calabozo. En esos años la fiesta se
trasladaba a los baches pequeños bares y tascas donde la gente se
reunía para cantar y disfrazarse a escondidas de las autoridades.
En estos años fue el propio carnaval el que se disfrazó pasándose
a llamar Fiestas típicas gaditanas. Para desvincularlas del
carnaval, el régimen dictaminó que se trasladasen en el calendario
a mayo, con la excusa del clima lluvioso de febrero. En esos años
sólo en la localidad de Trebujena, al norte de la provincia de
Cádiz se mantuvo el carnaval en el mes de febrero, lo que
recuerdan con orgullo los trebujeneros.
Con la llegada de la democracia a finales de los 70, el carnaval
volvió a la calle y recuperó su esplendor. Desde entonces la
fiesta ha evolucionado atravesando el marco de lo local porque
cada año son más los aficionados de todos los puntos del país, y
también de más allá de sus fronteras que vienen a Cádiz, atraídos
sobre todo por la fiesta en la calle.
El origen de esta fiesta se basa en las fiestas de Don Carnal:
unos días de desenfreno justo antes de empezar la Cuaresma, el
periodo de 40 días anterior a la Semana Santa y donde los
católicos se recogen y cambian sus hábitos cotidianos.
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