¿AUTOESTIMA
O EGOESTIMA? I
En
un honesto deseo por ofrecerle a los hijos las
mejores oportunidades y experiencias para que estén
mejor preparados, vivan más felices y tengan más
éxito, los padres hoy en día hacen hasta lo
inimaginable por ofrecerles todo lo que desean. Sin
embargo, lo que consiguen, es hacerles daño en
lugar de ayudarlos. Al igual que cuando
se le pone demasiada agua a una planta que, en lugar
de nutrirse, se pudre, los excesos lejos de
beneficiar están perjudicando la formación de los
hijos. Y en esta forma, contrario a lo
deseado, en vez de promover en ellos una buena
autoestima, se les cultiva una gran "egoestima". Se
les fortalece el narcisismo, convirtiéndolos en
personas indolentes, que piensan ante todo en sí
mismas y anteponen su beneficio individual sobre
todo lo demás. Es decir, los desmedidos
esfuerzos por procurar enriquecer su autoestima, están
perjudicando el cultivo de su buen corazón e
impidiendo que desarrollen las fortalezas que les
permitirán crecer como personas útiles y
virtuosas.
¿Qué
es la autoestima?
La
autoestima es un concepto que a menudo se ha
malentendido y sobreutilizado. Una
autoestima positiva y bien estructurada es aquella
que demuestra quien se siente capaz y valioso, no sólo
como producto de saberse amado y valorado, sino ante
todo, como fruto de la satisfacción de percibirse
como un ser productivo y capaz de contribuir
positivamente al bienestar del mundo que lo rodea. De
tal manera, que cuando a los hijos se les da mucho y
se les exige poco, no se les convence de que son
valiosos, sino de que no tienen nada que aportar. Y
en esta forma se les priva de las recompensas de
sentirse a gusto consigo mismos y satisfechos por
sus contribuciones.
Autor
Desconocido
INDICE