FIESTAS
Semana Santa en Hondarribia y
Segura
La Semana Santa es una fecha elegida
por mucha gente, tanto entre nosotros mismos como entre los
turistas, para conocer algunos de los rincones de nuestro país.
Es el caso de Hondarribia y Segura, dos poblaciones guipuzcoanas
bendecidas con un paisaje incomparable, y un legado histórico-artístico
de incuestionable valor. Hondarribia, por ejemplo, se halla
situada a los pies del Monte Jaizkibel, el más alto de la Cornisa
Cantábrica, y está bañada por el Mar Cantábrico y la Bahía de
Txingudi, que forma la desembocadura del río Bidasoa. El paisaje
monumental no es menos impresionante. La existencia de la villa se
remonta a principios del año 1000, aunque existen vestigios que
hablan de poblamientos prehistóricos. Lo que queda de la muralla
que antaño la rodeaba se remonta al año 1194, cuando fue
levantada por orden del rey Sancho el Fuerte de Navarra, mientras
que Alfonso VIII de Castilla le otorgó Carta Puebla. Su
privilegiada situación geográfica le convirtió en un próspero
centro comercial que le procuró una riqueza trasladada a la
arquitectura del municipio. El casco antiguo conserva aún su
aspecto medieval, con sus calles empedradas y sus viejas casas.
Entre los monumentos que cuenta se encuentra el castillo de Carlos
V, hoy Parador Nacional; el castillo templario de San Telmo; la
puerta medieval de Santa María, de la que destaca su arco de
medio punto rebajado; la iglesia gótica de Nuestra Señora de la
Asunción, la casa de Juana la Loca (siglo XVI); casas señoriales
como las de Echebeste, Casadevante o Ladrón de Guevara; la Casa
Consistorial, un edificio barroco del s. XVIII; el santuario de
Nuestra Señora de Guadalupe (siglo XVI), etc. También es
recomendable pasear por el barrio de la Marina y disfrutar con la
vista de sus casas adornadas con flores. Tan hermosa como
Hondarribia es su Semana Santa, una de las que más público
atraen. Actualmente sus procesiones sólo se celebran en Viernes
Santo. Ese día, las viejas calles empedradas del casco histórico
son recorridas en silencio por 10 imágenes que representan la
pasión y muerte de Jesús. Otra de las estampas tradicionales de
la Semana Santa de la villa es la caída de los soldados romanos,
que se escenifica el domingo, durante la misa que se celebra a las
diez de la mañana y tras la Procesión del Encuentro. Una vez
concluida la misa los soldados se levantan, como si hubieran
resucitado y realizan un pasacalles empuñando las lanzas y
espadas al revés. Al igual que Hondarribia, Segura hunde sus raíces
en el medievo. Fue fundada en el año 1256 por mandato del rey de
Castilla Alfonso X. Conserva uno de los recintos medievales más
intactos de nuestro país, lo que le ha valido que su casco histórico
sea declarado conjunto monumental. La muralla que rodeaba la villa
conserva cinco puertas de entrada, la mejor conservada es el
Portal de Zerain, del siglo XVI. Otros monumentos destacados de
esta población rodeada de un paisaje verde que invita al relax
son: la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo gótico
vasco y que ha sido declarado monumento histórico artístico; el
Convento de Concepcionistas, del siglo XVII; el Palacio Guevara,
de finales del siglo XV y declarado también monumento histórico
artístico; Casa Ardixara, fue levantada con estructura de madera
en el siglo XVI y está considerada como una de las más antiguas
de Euskadi; el Palacio Lardizabal, es de finales del siglo XVI y
actualmente acoge el Ayuntamiento... La Semana Santa de
Segura se caracteriza por la seriedad, el silencio y la devoción
que presiden sus procesiones. Otra nota característica es que
Segura es la única población guipuzcoana en la que se mantiene
la marcha religiosa del Jueves Santo, y ha sabido, además,
conservar la tradición desde hace más de 300 años. Las
procesiones se inician el Jueves Santo con una marcha religiosa
compuesta por catorce pasos, cuatro de ellos vivientes.
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