LA SABIDURIA DE LO ENFERMO:       Dr. Javier Martínez y Dra. Maria Jesús Clavera


Teniendo ingenieros genéticos ¿Quién necesita bio-terroristas?

En los últimos 25 años la Ingeniería Genética ha creado miles de nuevos virus y bacterias, principalmente para aplicación agropecuaria y medica, pero también en una investigación militar (oculta y negada, por supuesto) en la que las intenciones defensivas y ofensivas son siempre difíciles de desligar. Cada uno de estos virus y bacterias ha sido copiado de ordinario millones de veces a fin de ser almacenado, ensayado, etc.

El Diario 'ABC' haciéndose eco de una inquietante noticia aparecida en 'Science', decía el 7 de septiembre de 2001: "Un mínimo cambio en uno de los diez genes del virus de la gripe puede convertir ciertas cepas en potencialmente mortales, según revela una investigación del virus que en 1997 mató en Hong-Kong a seis de las dieciocho personas infectadas y obligó a sacrificar un millón y medio de aves".

La cepa, denominada  'HK H5N1', se había transmitido por primera vez de patos, pollos y gansos a humanos. Investigadores de las Universidades de Wisconsin, Florida y Nueva York ensayaron esta cepa en ratones, y observaron que existían dos variantes de la cepa: una era benigna, pero otra era capaz de producir la muerte de los roedores en menos de 36 horas. Bastaban un par de partículas víricas para que la infección pasara del sistema respiratorio al cerebro y el corazón.

Sorprendidos por esta letalidad, determinaron que solo un gen (el PB2) era responsable de la espectacular virulencia y salto entre especies que diferenciaba las variantes benignas y malignas. Este solo gen, sencillísimo de copiar, conservar e introducir en los coronavirus aviares, alteraba profundamente la maquinaria genética de las células de ratones y de humanos, produciendo copias mucho mas abundantes y virulentas y facilitando su propagación a órganos vitales y a sus secreciones al medio ambiente.

El Journal of Virology ha publicado recientemente un método para introducir mutaciones en los coronavirus a fin de crear nuevos virus. Se basa en producir 'quimeras' recombinantes entre especies distintas de virus. El ejemplo que cita recombina el gen de la 'peritonitis infecciosa felina' (FIPV), mortal casi en el 100% de las infecciones, y el 'virus de la hepatitis del ratón'. El virus recombinante resultante ya no infecta al gato, pero se reproduce rápidamente y hace estragos entre los ratones.

La moderna ingeniería genética puede provocar combinaciones aleatorias que la Naturaleza tardaría billones de años en lograr. Usando una técnica denominada "molecular breeding" (cría molecular) pueden generarse actualmente millones de recombinantes en cuestión de minutos.

Experimentos recombinantes como los citados son ya rutina en la investigación medica y agropecuaria, sin descartar las aplicaciones militares, preámbulo tarde o temprano de las terroristas. En forma espontánea o provocada, parte de estos experimentos pueden estar pasando a la Naturaleza y al hombre. Si no lo han hecho, tarde o temprano lo harán.

Un extraño brote de 'Neumonía Atípica', llamada SARS  ha tenido su debut en noviembre del año pasado y un brusco y veloz remonte de casos a mediados de marzo, superponiéndose casi a la Guerra de Irak. Mas de 7300 casos y 530 muertes se han detectado ya en 30 países de 6 continentes, con un crecimiento que ahora esta en 119 nuevos casos y 12 nuevas muertes por día 

Un nuevo coronavirus, ha sido inculpado como causante del SARS. Esto hace pensar en el precedente del 'HK H5N1', pero es muy diferente a los coronavirus conocidos en hombres y animales y a que, en los ensayos, infectó rápidamente riñones de mono y células humanas en cultivo, algo que los coronavirus conocidos nunca han hecho. Su mayor proximidad genética ha sido a los coronavirus bovino y de la bronquitis aviar aunque solo parece compartir con ellos secuencias genéticas dispersas que no sobrepasan el 50 % del genoma. Es un misterio de que recombinaciones pueden haber provenido el otro 50%.

A fuerza de frotarla, el 'genio' ha salido al parecer de su 'botella', sea cual sea su origen. Un genio bastante inquietante pues, aunque la mortalidad inicial del SARS parecía baja (2-5%), el gobierno chino ha reconocido que había ocultado los verdaderos datos, ampliando la tasa de mortalidad al 10-20%, según zonas, y alcanzando entre el personal sanitario tasas de mortalidad de hasta el 45% en algunos hospitales chinos. Ante estos escalofriantes datos, la revista científica 'Nature' escribió en uno de sus últimos editoriales: 'La Madre Naturaleza es el ultimo terrorista'.

Pero teniendo ingenieros genéticos ¿Quién necesita bio-terroristas?. La Madre Naturaleza no es 'el ultimo terrorista': ¡lo son nuestros científicos!.


Portada - Indice