PARAPLEJÍA
Por desgracia es ésta una enfermedad muy
conocida, sobre todo en relación con los accidentes de tráfico. Una
enfermedad incurable hoy por hoy, pero colocada ya gracias a la
investigación, en la parrilla de salida de una larga carrera hacia su
curación a través de la cirujía. De momento, y no es poco, se ha
demostrado que la localización de los circuitos concretos que
determinan la capacidad motriz, era exactísima. Mediante intervención
quirúrgica se ha podido devolver la movilidad a una rata parapléjica.
Es, pues, cuestión de tiempo que estas técnicas alcancen al hombre.
De momento el equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
que anda tras la pista de la paraplejía, inicia ya la experimentación
en los monos.
La palabra la hemos obtenido directamente del
griego. Hipócrates usó ya el término paraplhgia
(parapleguía) para
referirse a la parálisis parcial o ligera, en contraposición
a apoplhxia /apoplexía),
con la que se referían a la parálisis total. Estos términos tenían
para los griegos además otro significado, relativo a las facultades
mentales: apoplhxia (apoplexía)
significaba tanto apoplejía como locura; y el adjetivo apoplhktoV
(apóplectos) calificaba
al que tiene el espíritu "tocado", de donde derivaban hacia
el que ha perdido la razón, el estúpido; y en el mismo plano estaba
el lisiado, el impedido; este adjetivo lo usaban los médicos para
referirse a todo aquello que tenía que ver con la apoplejía, con la
parálisis. Con el otro compuesto ocurre lo mismo: frente a la forma
parece que exclusivamente médica paraplhgia
(parapleguía),
estaba otra más común: paraplhxia (paraplexía;
la diferencia está en la alternancia g/x),
que significaba ataque de locura, demencia. Y el adjetivo derivado de
ambas formas, paraplhktoV
(paráplektos),
significa tanto afectado de demencia, como de parálisis ligera o
parcial. Y respecto a la hemiplejía, si bien no formaron los griegos
este nombre, sí usaron en cambio su adjetivo hmiplhx
(hemipléx) con el significado de
medio herido, medio lisiado. El origen lo tenemos, pues, en el verbo plhsso
(plésso),
que significa golpear, chocar (no encierra idea de hostilidad), de
donde derivará la idea de parálisis, e incluso llegó a significar
la parálisis específica de ambas piernas.
Los diccionarios definen la paraplejía
(todos ellos con acento en la í) como la parálisis más o
menos completa de partes simétricas: de ambos miembros superiores (paraplejía
superior, cervical o braquial –de los brazos-), o de los miembros
inferiores (paraplejía inferior o crural –de las piernas-); o de
unos y otros (paraplejía braquiocrural, más comúnmente llamada
tetraplejía). Pero mayormente se usa este término para denominar la
parálisis de las dos extremidades inferiores. Los orígenes de las
paraplejías son múltiples, aunque el más divulgado es el de los
accidentes de tráfico. En los animales, las causas y la evolución de
las paraplejías son muy parecidas a las que se dan en el hombre, por
lo que las investigaciones que se hacen en aquéllos son de total
aplicación al hombre. Esto ha abierto recientemente enormes
posibilidades, al haber conseguido mediante la cirugía intervenir en
los mismos centros motores del cerebro y restaurarlos.
Mariano
Arnal
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