EL ALMANAQUE DE LA MEDICINA Y LA SALUD

ESPECIALES

La Disfunción Eréctil

1. Introducción 

La disfunción eréctil es un problema cada vez más frecuente entre la población masculina, especialmente a partir de determinada edad. Su origen viene determinado por diferentes factores orgánicos psicológicos y conductuales que interactúan entre sí, causando primero el problema y manteniéndolo después. El éxito de un tratamiento depende de la identificación y corrección de dichos factores. 

2. ¿Qué es la disfunción eréctil? 

La disfunción eréctil se define como la incapacidad sostenida para conseguir y mantener una erección suficiente para permitir una relación sexual satisfactoria[i]. 

La erección se produce como consecuencia de un estímulo sexual. En una erección normal los impulsos parten del cerebro. Así, cuando un varón sano experimenta una excitación sexual, el cerebro emite una señal que es distribuida por todo el organismo a través de la médula espinal. 

Esta señal llega a los nervios peneanos provocando la dilatación de los vasos sanguíneos y el aumento del flujo hacia el interior del pene. De este modo, los cuerpos cavernosos aumentan de tamaño y la túnica albugínea que los rodea mediante un mecanismo veno-oclusivo, impide el retorno venoso. Gracias a este mecanismo, el pene adquiere rigidez y se alcanza la erección. Tras la eyaculación, todo este proceso revierte y el pene recupera su estado flácido natural. 

2.1. Prevalencia de la disfunción eréctil 

La disfunción eréctil es un proceso muy común que afecta aproximadamente a 152 millones de personas en todo el mundo. En España se calcula que existen aproximadamente 1.250.000 varones con disfunción eréctil completa2. 

Los datos más fiables sobre prevalencia en función de la edad en España provienen del estudio epidemiológico sobre la disfunción eréctil masculina (EDEM)2: 

25 - 39 años: 3,9%    40 - 49 años: 6,3%    50 - 59 años: 15,9%    60 - 70 años: 32,2% 

Existe una clara relación entre la edad y la disfunción eréctil que se ha atribuido a la probabilidad aumentada que existe con el envejecimiento de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión (factores de riesgo de la disfunción eréctil) y al mayor uso de medicamentos que puedan alterar el mecanismo de la erección. 

2.2. ¿Cómo afecta a la salud sexual de la pareja? 

Pese a que la disfunción eréctil representa la incapacidad para mantener una erección es un problema que también afecta a la pareja sexual. La salud sexual es un factor determinante para la calidad de vida de los pacientes, puesto que un alto porcentaje de la población considera que la satisfacción en sus relaciones sexuales incrementa su calidad de vida. Los problemas sexuales y el conflicto en la relación son frecuentes en las parejas femeninas de los varones con disfunción eréctil. Estos problemas pueden ser las causas de la Disfunción Eréctil, perpetuarla, o incluso influir de manera negativa en el proceso terapéutico. Por ello la detección temprana de la disfunción eréctil es necesaria para poder administrar, cuanto antes, un tratamiento eficaz e individualizado que ayude al paciente a recuperar su función eréctil restableciendo su vida sexual. 

3. Etiología 

3.1. Primaria 

En muy pocas ocasiones la DE es de etiología primaria, es decir, el varón nunca ha conseguido ni mantenido una erección. Este tipo de DE suele ser debido a factores psicológicos (sentimientos de culpa, miedo a la intimidad, depresión, ansiedad grave…). En menor medida, también puede deberse a factores biogénicos, como ocurre cuando se mantienen unos niveles de testosterona bajos que reflejan trastornos del eje hipotálamo-hipofisario-gonadal. 

3.2. Secundaria

La DE secundaria se produce cuando un hombre que podía conseguir y mantener una erección ya no es capaz de hacerlo. En más del 80% de los casos, estos tipos de DE son de naturaleza orgánica. 

La causa principal de la DE secundaria es vascular, pero también puede producirse como consecuencia, entre otros, de trastornos hormonales, enfermedades neurológicas o el uso de drogas. 

3.3. Trastornos vasculares 

Los procesos vasculares que mayoritariamente desencadenan DE son: 

Arteriosclerosis e hiperlipemias: Producen lesiones arteriales obstructivas a nivel de arterias pudendas internas, peniana común y arterias cavernosas. 

Diabetes mellitus: Suele ser una causa frecuente, puesto que es un factor de riesgo vascular que produce alteraciones de los mecanismos de aporte sanguíneo al pene durante la erección. 

Hipertensión arterial: Produce un descenso del porcentaje de fibras musculares lisas y un aumento de fibrosis a nivel del pene, secundaria a la alteración vascular. 

- Trastornos hormonales 

- Los siguientes problemas hormonales pueden provocar disfunción eréctil: 

- Hiperprolactinemia - Hipotiroidismo - Hipertiroidismo - Síndrome de Cushing. 

Por su parte, el hipogonadismo (testosterona total y testosterona libre baja) se relaciona con una disminución de la libido, aunque no está clara la relación entre la testosterona y la capacidad eréctil. 

3.4. Trastornos neurológicos 

Los trastornos neurológicos son frecuentemente la causa de la disfunción eréctil de determinados pacientes: 

- Ictus - Trastornos que afecten al lóbulo temporal - Esclerosis múltiple 
- Disfunción sensitiva y autónoma - Lesiones medulares 

3.5. Trastornos psicológicos 

La DE debida a trastornos psicológicos aparece como consecuencia de: 

- Ansiedad - Estrés - Disminución de la autoestima - Problemas en relación con la pareja, familia y trabajo. 

Estos procesos pueden producir un aumento en el tono adrenérgico global y en la cantidad de catecolaminas circulantes, lo que produce un efecto negativo sobre el mecanismo de la erección al inhibirse la relajación del músculo liso peniano. 


3.6. Relacionada con el estilo de vida 

- Tabaquismo: La nicotina presenta un efecto vasoconstrictor que dificulta la llegada del flujo sanguíneo al pene.

- Drogas: Por lo general, producen alteraciones cognitivas y, por tanto, de la función eréctil. 

- Alcohol: A dosis bajas, produce una elevación de la libido; mientras que a dosis altas, produce una sedación central, con descenso de la libido y DE transitoria dosis dependiente. La polineuropatía alcohólica que produce el alcoholismo crónico puede afectar a los nervios del pene. 

4. Diagnóstico 

4.1. Factores de riesgo 

Los principales factores de riesgo de la disfunción eréctil son: 

- Edad - Aterosclerosis - Hipertensión arterial - Diabetes mellitus - Lesión medular - Fármacos - Drogas y alcohol - Estrés - Depresión 

4.2. Signos de alarma 

Ante un posible diagnóstico de disfunción eréctil el primer paso es interrogar al paciente sobre sus hábitos y enfermedades para determinar si presenta algún factor de riesgo. 

Deben realizarse preguntas acerca de sus relaciones sexuales y de la relación que mantiene con su pareja 

4.3. Herramientas de cribaje 

Con la finalidad de homogeneizar el diagnóstico de la DE y su severidad la mayoría de los hospitales utilizan en la actualidad dos cuestionarios validados: 

- El cuestionario SHIM3, consta de 5 preguntas. A cada una de ellas se le da una puntuación de 0 a 5. Este cuestionario trata de recoger la actividad sexual de los últimos 6 meses. 

- El Índice Internacional de Función Eréctil (IIEF) 4 

El Índice Internacional de Función Eréctil (IIEF), consta de 15 preguntas referidas a las 4 últimas semanas. 



4. 4. Pruebas diagnósticas 

La evaluación inicial de DE, debe pasar por la realización de: 

- Historia clínica completa: Debe incluir tanto aspectos sexuales como psicosociales 

- Examen físico general y de genitales 

- Pruebas de laboratorio básicas con el fin de descartar patologías orgánicas subyacentes (glucosa, colesterol, etc). 

5. Tratamiento 

El fin último del tratamiento es recuperar la erección, la capacidad de penetración y de mantenerla durante el coito para que aumente la satisfacción del paciente y su pareja con el resultado obtenido. Es importante señalar que el tratamiento de la disfunción eréctil es diferente al tratamiento de la mayoría de las enfermedades debido a que la actividad sexual es intermitente y a que implica la participación de la pareja, cuyo apoyo es vital para el éxito del tratamiento. 

Hoy en día los tratamientos farmacológicos para la DE existentes pueden reestablecer la función eréctil en la mayoría de los hombres que padecen este problema. No obstante, reestablecer la función eréctil y recuperar una relación sexual satisfactoria son objetivos diferentes. En este sentido no todos los tratamientos para la DE son iguales y algunos pueden poner limitaciones a las relaciones sexuales que resulten frustrantes para el hombre que la padece y para su pareja dificultando el reestablecimiento de una relación sexual plena y espontánea y conduciendo, en ocasiones, al fracaso del tratamiento y a su abandono. 

5.1. Estilo de vida 

Cambios en los hábitos nocivos como dejar de fumar, no beber alcohol en exceso o seguir una dieta equilibrada pueden producir una mejoría en la DE o incluso eliminarla por completo. 



La importancia de la Salud Sexual 

No todo el mundo es consciente de que la salud sexual no sólo afecta a las relaciones de pareja, sino que tiene un impacto muy importante en muchas otras áreas de la salud y bienestar de su paciente. Por ello, es necesaria la detección precoz de cualquier problema de salud sexual para así implantar cuanto antes un tratamiento eficaz e individualizado para cada paciente. 

Este trastorno ejerce un importante impacto negativo en la calidad de vida y la autoestima de quienes lo padecen, y sobre sus relaciones de pareja. Así se desprende de un estudio realizado por Demoscopia para la Asociación Española de Salud Sexual en 2003 un 81% de los hombres encuestados reconocen que disfrutarían mucho más su vida si no sufriesen problemas de erección y la mayoría sienten que están de alguna manera defraudando a sus parejas.14 

Muchas veces, la falta de información es la causa del deterioro de la calidad de vida de los pacientes. Por ello, es necesaria la detección precoz de cualquier problema de salud sexual para así implantar cuanto antes un tratamiento eficaz e individualizado para cada paciente. 

Es muy frecuente que cuando un paciente comienza a tener problemas con sus erecciones busque excusas para evitar acudir al médico. Por ello, es fundamental mantener una buena relación médico-paciente, en la que este último se sienta completamente libre de expresar sus dudas o sentimientos. 

La relación de pareja es otro factor a tener en cuenta cuando hablamos de salud sexual. La disminución del apetito sexual es típica de parejas en las que existe rencor, problemas económicos o monotonía. 

Hoy en día es posible tratar con éxito la DE en la mayoría de los pacientes con este trastorno. Sin embargo, es importante señalar que el restablecimiento de la función eréctil no siempre está acompañado de la recuperación de una relación sexual satisfactoria. En este sentido, no todos los tratamientos para la DE son iguales y algunos pueden poner limitaciones a las relaciones sexuales que resulten frustrantes para el hombre que la padece y para su pareja y que conduzcan al abandono del tratamiento si no se consigue recuperar una vida sexual plena. 

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