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EL ALMANAQUE DE LA MEDICINA Y LA SALUD

Un sabroso "regalo" hindú

Suculenta, dulce y sabrosa drupa carnosa ovalada de la familia de las Anacardiáceas de entre 5 y 15 cm de longitud, de color verdoso, rojizo o amarillento, en cuyo interior se halla un hueso grande aplanado y leñoso.

Es posible que con estas indicaciones hayas intuido que te vamos a hablar de una fruta. Si así es, felicidades, estás en lo cierto. Ahora bien, si te pedimos que nos menciones una, la cosa seguramente comienza a ponerse un poco más difícil, ¿no?. Bueno dejémonos de adivinazas y vayamos al "tema". La descripción en cuestión hace referencia a una fruta apreciada, cultivada y consumida especialmente en zonas tropicales: el mango.

Posiblemente sea una de las frutas "exóticas" más conocidas. Muchos la califican de "reina de las frutas", y para los habitantes de los trópicos es tan común como la manzana para los europeos.

¿Sabes de dónde es originario? El mango es "oriundo" de la India. En este país del sur de Asia se viene consumiendo desde tiempos inmemorables y ocupa un lugar honorífico tanto en la gastronomía como en la medicina tradicional, la cultura y las ceremonias hindúes, gracias a que ha sido considerado un auténtico alimento-medicina. Por ello no debe sorprendernos que, en los escritos sagrados más antiguos del hinduismo con una antigüedad superior a unos 3.000 años, ya se haga referencia al mango.

Con el paso del tiempo el mango se extendió por todo el sureste asiático y el archipiélago Malayo. A partir del siglo XVI las rutas marinas abiertas por españoles y portugueses hicieron posible que el mango se distribuyera aún más por las islas del Pacífico, África y finalmente América, iniciando así su actual distribución mundial y propiciando el que sea tan habitual en infinidad de zonas tropicales.

¿Qué es lo que tiene esta fruta para que sea tan apreciada por infinidad de pueblos y culturas? Podemos decir que el mango contiene vitamina A, B, C y E, que además es rico en fibra y ácido fólico. Todo esto lo convierte en un fruto excelente para tratar problemas de piel, para protegernos de infecciones intestinales y renales, para depurarnos y regenerar la sangre...

A modo de dato curioso, pero muy significativo, por término medio un solo mango nos puede aportar toda la vitamina C que necesitamos en un día, casi el 70% de la vitamina A y prácticamente la mitad de la que precisamos de vitamina E, además de la cuarta parte de la fibra. Por si fuera poco, una única pieza, nos da una completa combinación de minerales entre los que podemos destacar el hierro y el potasio. Y para "rematar la faena" al no contener ni grasa ni sodio, es muy utilizado en dietas de adelgazamiento.

Como último detalle, si te resulta curioso el nombre de la fruta, te gustará saber que es de origen tamil (mankay) y que fue tomada por los portugueses que pasaron a llamarlo manga y que de este "préstamo" lingüístico se derivaron las distintas denominaciones con las que se le conoce en las diferentes lenguas de origen europeo.

Bueno, posiblemente ahora conoces un poco mejor al Mangifera indica, mango para los amigos, y quizás esto te motive ha probarlo, si es que todavía no lo habías hecho.