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CURIOSIDADES MÉDICAS

Saludo en el W.C.

Es muy posible que alguna vez te hayas encontrado con un amigo, quizás en una gran superficie comercial, que acaba de salir del W.C. a donde precisamente vas tú. Seas o no muy escrupuloso, sea por una cuestión psicológica o no, lo cierto es que te da "repelús" estrecharle la mano. Pero por compromiso le extiendes la mano, y seguramente sin mucho entusiasmo, le saludas casi sin tocarle la piel.

Puede que pienses que el actuar así sería muy exagerado, casi de hipocondríacos. Eso es porque no eres consciente de la realidad. Posiblemente ahora te sorprenderás de la cantidad de personas que después de usar el servicio no se lavan las manos. Al respecto The New York Times, publicó recientemente un estudio patrocinado por la Sociedad Americana de Microbiología para determinar cuántas personas se lavaban las manos después de utilizar un baño público.

Esta claro que todo "hijo de vecino" sabe que debe lavarse las manos después de hacer una visita al W.C.. Para comprobarlo se realizó una encuesta telefónica a 1.004 adultos y de entre éstos el 94% afirmó que siempre lo hacía. Pero ¿sería cierta esa afirmación?

Los investigadores quisieron probar esta aseveración in situ, así es que realizaron un ejercicio directamente en el campo de batalla. Se fueron a observar baños públicos en cinco grandes ciudades de Estados Unidos y descubrieron que de un total de 6.333 personas, tan solo el 61% de los hombres y el 74% de las mujeres se lavaron las manos antes de salir de los servicios.

No hace falta recordar que las manos sucias propagan enfermedades fácilmente. Basta un solo manipulador de alimentos con las manos sucias para contaminar a decenas de personas. Probablemente esta situación se deba a una falta de educación por parte de los padres en lo relacionado con la limpieza y la higiene. Muchos padres seguramente no recuerdan a sus hijos la necesidad de cumplir con estos requisitos mínimos de limpieza, y cuando éstos niños crecen, continúan haciendo lo mismo que cuando eran pequeños, es decir, no se lavan las manos. Aunque parezca algo de poco valor, debemos reconocer que necesitamos que se nos recuerde la importancia de hacerlo.

Pero no pensemos que los norteamericanos son los únicos "marranicos", los europeos tampoco se libran de esta "cochina" costumbre. Según el periódico italiano Corriere della Sera, más de 3 italianos de cada 10 no se lavan las manos después de haber usado los servicios sanitarios, incluso si a continuación van a comer algo. En otros países se han obtenido resultados muy parecidos en sondeos similares.

Deberíamos tener muy presente que las manos pueden ser un auténtico vehículo en la transmisión de gérmenes a los alimentos que pueden iniciar una cadena de contaminación. Por ello, lavarse las manos es el mejor medio, el más simple y el más económico que nos puede ayudar a prevenir la difusión de muchas enfermedades. Simplemente tenemos que lavarnos las manos, lo que incluiría también debajo de las uñas, con jabón y agua caliente o tibia durante un mínimo de treinta segundos (el tiempo mínimo que se precisa para eliminar las bacterias). Un buen lavado debería incluir el frotamiento de una mano contra la otra de diez a quince segundos. Luego deberíamos enjuagarnos y secarnos bien, comenzando por el brazo y terminando por los dedos.

Si lo hacemos así, de seguro saludaremos de forma enérgica y sin ningún escrúpulo.