DIARIO MULTIMEDIA DE INFORMACIÓN - DESARROLLO PERSONAL - OCIO - CULTURA - TURISMO - Desde 1998 en la red
EL ALMANAQUE DE HOY REVISTA EL ALMANAQUE
 

LÉXICO - ETIMOLOGIAS - ORIGEN DE LAS PALABRAS. ÍNDICE

MILAGRO

Miror, miratus sum, mirari es el verbo a partir del cual se ha formado la palabra y el concepto de milagro. Significa admirar, maravillarse, mirar con admiración. Es un verbo deponente (forma pasiva y significado activo, que se traduce bien como pronominal); de él hemos derivado nuestro verbo mirar, cuya forma inicial fue probablemente mirarse, no como reflexivo, sino como verbo en que se implica el sujeto, con el significado de ser mirado, tener miramiento, tener cuidado. Sólo con que partamos de la diferencia entre ver y mirar, observamos que hemos elegido este verbo para cargar sobre él toda la intencionalidad y la subjetividad de ver. Si esto ha podido ser así es porque esa carga iba ya en el verbo latino. Demirari deriva el adjetivo mirábilis, que ya se usó en latín vulgar con el significado de "milagroso", y que añadiéndole el prefijo ad- ha pasado al español con el mismo significado que en latín: admirable, digno de ser admirado. En el mismo grupo léxico tenemos miratio y mirator, que traducimos como admiración y admirador. Como curiosidad léxica tenemos que del plural neutro mirabilia, que sirve para denominar el conjunto de cosas admirables, hemos formado el sustantivomaravilla, algo más cerca del milagro. De hecho en latín se usa el adverbio mirabiliter de manera que se traduce muy bien por "milagrosamente". Llegados al término miráculum, hay que observar dos cosas: primero, que la desinencia –ulusinduce a pensar que se trata de un diminutivo, es decir que se usa en cualquier caso para referirse a cosas de menor entidad, por debajo de las "maravillas" (mirabilia); y en segundo lugar que formaba parte no sólo del lenguaje culto, sino también del vulgar, y como tal se usaba en el teatro: mirácula es para Plauto y Varrón una mujer feísima, un prodigio de fealdad. El plural neutro mirácula miraculorum se usó para designar habilidades y rasgos de astucia. Y en el lenguaje seriomiráculum era todo aquello que provocaba admiración, sorpresa o extrañeza.

Si comparamos esto con lo que ocurrió en griego, el proceso es muy parecido: de qaumazw (zaumátzo), que significa admirar, maravillarse de algo, se formó la palabra taumaturgo qaumatourgoV (zaumaturgós) = obrador de prodigios, que tienen ya en esta palabra toda la connotación religiosa del milagro. ¿Cómo se produjo el salto de lo admirable a lo milagroso? Pues de la misma manera que se han producido todas las especializaciones de palabras, desde la filosofía a la religión, pasando por todas las ciencias: palabras de sentido general pasan a usarse en exclusiva en léxicos cerrados. Hasta que no se pensó en serio en la historia, las istoriai (historíai) eran las historietas que iba recogiendo Herodoto o quien fuese, de uno y de otro, sin el menor esfuerzo por comprobar si eran fiables o no. Historia era sinónimo de cuento. Del mismo modo, cuando tanto los clérigos como los fieles quisieron acentuar el carácter sobrenatural de las curaciones que obtenían encomendándose a un santo, no necesitaron cambiar de palabra, sino dotar de nuevo sentido a la que ya venían utilizando. Miraclo, miraglo y finalmente milagro no sólo fueron cambiando su forma, sino también

su contenido. Tal como se fue alejando el milagro del primitivo miráculum, se alejó también el significado. Y de la misma manera que los santos milagreros fueron redondeando sus biografías, así también sus milagros se hicieron cada vez más milagrosos.

Mariano Arnal

 

Libros relacionados con el Léxico:

Copyright EL ALMANAQUE todos los derechos reservados.