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LÉXICO

APACIGUAR

De paz derivan dos verbos: pacificar y apaciguar. Ningún hablante confunde los significados. Todo el mundo sabe que el sujeto del verbo pacificar es el fuerte, el que tiene la sartén por el mango; mientras que el sujeto del verbo apaciguar es el débil, que se ha de plegar al capricho del fuerte "nominor quia leo".

En Kósovo se está intentando una pacificación, planteada de una manera fatal. El origen del problema estaba en el enfrentamiento de los albaneses con los servios en Kósovo. Los servios eran minoría, sólo un 10% y llevaban las de perder. Le fue bien a Milósevich para sus planes la agresión de los albaneses a los servios para impulsar su política de limpieza étnica. Allá que se fue, por tanto, con su ejército, a limpiar Kósovo de albaneses. Si no hubiese habido un grave enfrentamiento étnico, los servios de Kósovo no hubiesen permitido a Milósevich que fuese a expulsar a los kosovares, de la misma manera que los "españoles" que viven en el País Vasco jamás consentirían que el ejército español expulsase a los vascos (y ni tan siquiera a los "abertzales") del País Vasco. Pondrían el grito en el cielo. Serían ellos los primeros en ponerse ante los tanques con la bandera española para impedirles avanzar. Y eso es así porque no hay enfrentamiento étnico, aunque llevan ya décadas los nacionalistas trabajando metódicamente para que lo haya, en una perfecta división del trabajo. Volviendo a Kósovo, Milósevich intenta llevar la paz a la región expulsando a los kosovares, y la OTAN intenta lo mismo bombardeando Servia, desgastando a Milósevich, provocando el éxodo de los servios, a los que incitan a huir de Kósovo las mismas razones que incitaron antes a los kosovares (han hecho unos y otros muchísimas barbaridades y temen la venganza; si vencen sus enemigos, les sale más a cuenta huir, porque de amnistía, nada de nada). En Kósovo se necesita una larga y profunda acción pacificadora. Y lo que hay que pacificar no son ejércitos, sino poblaciones. Y esta pacificación, que es la única necesaria, está todavía sin diseñar siquiera. Y lo peor de todo es que ni las acciones de Milósevich ni las de la OTAN llevan a la pacificación sino al odio. Les costará mucho a los soldados de la OTAN hacerse amar por los servios de Kósovo al ver que son agentes de la persecución sólo de los crímenes de su bando (Milósevich fue a echarles una mano y se le fue la mano) mientras dejan impunes los de los kosovares, que fueron los que desencadenaron la guerra. ¿Que la proporción es de mil a uno? No importa. También el criminal albanokosovar tiene que ser perseguido, juzgado y castigado. O eso, o amnistía general, que es como se zanjan todos los enfrentamientos y se liquidan todas las guerras civiles, que es como se hizo la transición en España. Eso es pacificar.

En el País Vasco, en cambio, lo único que hay que hacer es apaciguar a la ETA, ceder a su chantaje, darles lo que piden para que dejen definitivamente de matar; porque si no hay ni guerra ni enfrentamiento de poblaciones, ¿qué diablos es lo que hay que pacificar? Ellos mismos pueden pacificarse cuando les parezca. Los demás lo único que pueden hacer es apaciguarlos acentuando el enfrentamiento.

Mariano Arnal

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