POR UNA ENSEÑANZA SECUNDARIA
PÚBLICA Y DEMOCRÁTICA
La situación de la Enseñanza
Secundaria en Cataluña es hoy motivo de preocupación en todos los ámbitos. Un numeroso
grupo de profesores de la Enseñanza Secundaria Pública constituimos en mayo del año
pasado la ASAMBLEA DEL PROFESORADO DE SECUNDARIA PARA LA DEFENSA DE LA ENSEÑANZA
PÚBLICA, con el objetivo de promover la reflexión en torno a los problemas educativos,
la elaboración de propuestas y la convocatoria de movilizaciones, desde una perspectiva
democrática y progresista, que culminaron con la convocatoria de una concentración,
ampliamente seguida por el profesorado, el pasado 24 de noviembre. Asimismo hemos hecho
llegar nuestras propuestas al Departament d’Ensenyament, a los sindicatos del
sector, a los estudiantes y a las fuerzas sociales y políticas que creemos preocupadas
por la situación de la Enseñanza. Estamos convencidos de que en los últimos meses hemos
contribuido a la toma de conciencia de amplios sectores y hemos visto cómo los medios de
comunicación empezaban a hacerse eco de algunos de los problemas que hace años nos
preocupan a los profesionales de la Enseñanza.
Ahora bien, nos parece que en el
debate público que se está produciendo, aún es necesario clarificar las causas de
algunos de los problemas de la Enseñanza y señalar, desde nuestro conocimiento del mundo
de la educación, las medidas urgentes que convendría afrontar. Por eso NOS DIRIGIMOS
A LA OPINIÓN PÚBLICA, Y EN ESPECIAL A LA COMUNIDAD EDUCATIVA, CON LA INTENCIÓN DE
DAR A CONOCER NUESTRAS POSICIONES, INEQUÍVOCAMENTE SITUADAS EN LA DEFENSA DE LA
ENSEÑANZA PÚBLICA, Y CONTRIBUIR AL DEBATE DEMOCRÁTICO QUE PERMITA TOMAR LAS DECISIONES
ADECUADAS:
En primer lugar, en cuanto al PAPEL
DE LA ENSEÑANZA PÚBLICA EN EL SISTEMA EDUCATIVO DE CATALUÑA, es urgente frenar el
proceso de subsidiariedad de la enseñanza pública respecto a la privada. Entendemos
que la enseñanza privada concertada no ha de ser en ningún caso sustitución de la
enseñanza pública, sino como máximo un complemento donde ésta no llega. Nos parece
que en los últimos años ha existido desde el Govern de Catalunya una firme
voluntad de reducir la Enseñanza pública a una especie de "Beneficencia",
olvidando su obligación de respetar la Enseñanza pública como eje del sistema
educativo. Queremos manifestar muy claramente que los profesores, la metodología y la
innovación pedagógica de la enseñanza pública son de una innegable calidad. Pero
se permite a la enseñanza privada concertada , también sufragada con caudales públicos,
que ofrezca selección de alumnos, segregación social y garantía de orden, liberándola
del alumnado conflictivo. Así es como se concentran en la enseñanza pública todos los
casos conflictivos, los problemas de integración o las situaciones de marginalidad.
Por eso pedimos
Que se reduzcan los conciertos en
la enseñanza privada, con el fin de detener el cierre de aulas de la enseñanza pública.
Asimismo exigimos que no se concierten líneas en la privada mientras haya plazas
públicas en el IES de la zona o zonas cercanas, y que se respete escrupulosamente la
ley a la hora de conceder conciertos. Y en ningún caso se han de conceder conciertos a
la enseñanza no obligatoria: bachillerato y ciclos formativos.
Criterios de matriculación únicos
y aplicación de los mismos mecanismos de acceso para todos los centros sostenidos con
fondos públicos. Distribución igualitaria de los alumnos con dificultades, igualdad
en la limitación geográfica para la adscripción de alumnos, control de cobro de cuotas,
etc.
Se ha de revisar, si conviene, el
actual Mapa escolar, y la Administración ha de velar y garantizar el derecho del
alumnado a poder cursar en la enseñanza pública, laica, democrática y igualitaria,
todos los niveles y modalidades: ESO, bachillerato, ciclos formativos de grado medio y
superior, estudios nocturnos, escuelas de adultos, aulas externas, educación especial...
Respecto al ACTUAL PLAN DE ESTUDIOS
ESTABLECIDO POR LA LOGSE, no discutiremos ahora la ley aprobada por las Cortes
Generales, que ya dio lugar a una estéril polémica en la que hubo más enfrentamiento
político que real preocupación por la enseñanza. Lo que queremos denunciar son los
efectos negativos de su aplicación en Cataluña y pedir las correcciones necesarias para
que estos efectos puedan ser modificados. Después de casi 15 años, 10 de
experimentación (de la cual, por cierto, no ha llegado al profesorado ninguna evaluación
ni ningún modelo válido de aplicación), y 4 de implantación generalizada, ha llegado
el momento de dar a conocer algunos de los problemas generales sobre los que es
absolutamente urgente actuar:
En primer lugar es urgente
revisar el caótico sistema de créditos, con asignaturas trimestrales, comunes y
variables, que puede hacer cursar 14 o 15 materias a los alumnos, que imposibilita
a los profesores hacer un seguimiento adecuado del proceso de aprendizaje y, lo que es
más grave, reduce el tiempo dedicado a las materia comunes (es decir, el único tronco de
conocimiento común) a un tiempo totalmente insuficiente. Así mismo, no se han
establecido currículos (planes de estudios) homogéneos para el conjunto de los alumnos y
de los centros. Esta situación, que consideramos penosa, crea dificultades a un alumno
que se traslade de centro, ya que puede encontrarse con que parte de las materias por él
cursadas en 3º de ESO, se hagan en 4º en el centro al que va y por tanto las volverá a
repetir (o bien la situación contraria, es decir, que haya alguna materia que no la pueda
hacer. Las consecuencias son aún más graves en el bachillerato. Es inaplazable la
necesidad de reformar este sistema: se han de establecer materias comunes anuales e
idénticas para todo el alumnado de Cataluña, fijando el curso en que se han de estudiar
y reduciendo la variabilidad a las necesidades básicas del tratamiento de la diversidad o
de la opcionalidad al bachillerato.
Por otra parte los grandes
principios de la igualdad han quedado reducidos a meter a todo el mundo en la misma aula.
El profesor ha de saber hacer adecuaciones curriculares para niños superdotados, para
alumnos con problemas de aprendizaje, para deficientes psíquicos, para deficientes
sensoriales, para niños con problemas de integración social, y más increíble aún, los
ha de mantener en la misma aula con los demás alumnos y hacer que todos alcancen los
objetivos establecidos. Así, se han desmantelado todo tipo de centros de educación
especial o se han ahorrado de hacer otros nuevos. Es urgente dotar de especialistas a
los centros, crear aulas externas, aulas-taller, unidades de atención especial, y todos
aquellos centros y recursos indispensables para poder atender a los alumnos con
necesidades especiales.
Es también urgente revisar los
criterios de promoción automática, tanto en la primaria como en la ESO. Es necesario
acabar con esta ficción en la vida escolar, donde parece que el esfuerzo personal y los
principios de mérito y capacidad no tienen importancia, cuando después, en el mundo
real, estos son principios básicos para poder alcanzar una vida como adultos responsables
y capaces. La escuela y las instituciones han de velar para educar a los niños y
adolescentes en los principios del esfuerzo y de la responsabilidad, y han de poner a su
alcance los medios adecuados para que todo el mundo pueda, cuanto antes mejor, recuperar
sus atrasos y recibir la atención necesaria para salir de la escuela con las competencias
básicas adquiridas.
Conviene también dar solución al
problema de la única titulación en la ESO. A los 16 años, si no aprueban la ESO,
aunque la acaben, el sistema les condena a la nada. No hay nada previsto, a excepción de
los "Programas de garantía social", para asegurarles un futuro. El actual
sistema establece una única titulación, la de Graduado de ESO, que da acceso
indistintamente a los módulos profesionales de grado medio o a los estudios de
bachillerato. Esto da lugar a que una buena parte de la población juvenil, poco motivada
para los estudios teóricos, que no puede aprobar la ESO, se encuentre sin salida. Creemos
que conviene estudiar fórmulas que permitan establecer itinerarios diferenciados al
segundo ciclo de ESO (14-16 años), con el fin de que una parte del alumnado pueda acceder
a una titulación de ESO válida para poder iniciar estudios profesionales, y otros
empiecen a trabajar en la línea de estudios del bachillerato, dado que los dos años
actuales son del todo insuficientes.
Gran parte de estos problemas
provienen del hecho de que se haya desmantelado la antigua Formación Profesional. Se
ha sustituido por los módulos de grado medio (1 año) para aquellos que han aprobado la
ESO, y de grado superior (1-2 años) para los que aprueben el bachillerato, con el
problema añadido de que es imposible pasar de unos módulos a otros: hay que volver
atrás y cursar el bachillerato. Además se han malversado miles de millones invertidos
durante dos décadas en los prestigiosos centros públicos de formación profesional,
ahora transformados en IES, y se han concedido una gran parte de los módulos
profesionales a centros privados, muchos de ellos concertados, academias, etc. que han
florecido por doquier para quedarse con un negocio donde se cobra mucho y en algunos casos
se ofrece sólo un título, y no un aprendizaje real. Es urgente revisar la estructura
del actual sistema educativo por lo que respecta a la formación profesional, crear cursos
puente para poder pasar de la formación más académica a la profesional, dar salida a
los alumnos con problemas en la ESO, y sobre todo rehacer los centros públicos de
Formación Profesional.
EN DEFINITIVA, CONVIENE DEJAR DE
CREER QUE LA ENSEÑANZA SECUNDARIA ES TAN SÓLO UNA ESPECIE DE GUARDERÍA PARA LOS MENORES
DE EDAD, Y ENTENDER QUE ES MUY ESENCIALMENTE LA HERRAMIENTA PARA PREPARARSE PARA UN FUTURO
COMO ADULTO, SEA CON LOS ESTUDIOS QUE LLEVAN AL MUNDO UNIVERSITARIO, SEA PARA APRENDER
SERIAMENTE UNA PROFESIÓN U OFICIO.
Por último, queremos denunciar EL
EMPEORAMIENTO DE LAS CONDICIONES DE TRABAJO DEL PROFESORADO DE LA ENSEÑANZA PÚBLICA
SECUNDARIA, hecho nada extraño, ya que no es posible esperar que la falta de
atención a la Enseñanza pública no vaya acompañada de la falta de atención a las
condiciones laborales de los profesionales del sector
Es urgente en estos momentos:
Frenar y dar solución al problema
del desplazamiento de centenares de profesores de sus centros de trabajo.
Dar estabilidad a los miles de
jóvenes profesores que después de obtener sus plazas en difíciles y escasas
oposiciones, se encuentran durante años en expectativa de destino.
Abordar el problema de los
interinos y sustitutos.
Respetar las especialidades del
profesorado y no forzar a la asunción de doble y triple especialidad.
Reducir el número máximo de
alumnos por aula a 25 en la ESO y 30 en bachillerato, para garantizar la atención y la
calidad de la enseñanza.
Establecer reducciones horarias
suficientes para la atención a la diversidad, cargos directivos, tutorías,
coordinaciones, trabajos de investigación, mayores de 55 años, etc., fijando las horas
de reducción que corresponden a cada cargo, función, o situación, para acabar con la
distribución arbitraria de las reducciones.
Y lo que es más importante, queremos
que todas las normativas y los acuerdos sobre las condiciones de trabajo sean regidos por
los principios de la transparencia y el rigor. Alumnos y profesores de cualquier
centro han de gozar de los mismos derechos. La ley y los recursos han de ser los mismos
para todos.
POR TODOS ESTOS MOTIVOS, Y PORQUE
ESTAMOS CONVENCIDOS DE QUE NO DEBEMOS HACERNOS CÓMPLICES CON NUESTRO SILENCIO DE ESTA
SITUACIÓN QUE AFECTA AL CONJUNTO DE LA CIUDADANÍA, Y QUE PONE EN PELIGRO LA ENSEÑANZA
PÚBLICA, GARANTÍA BÁSICA DE LA EXISTENCIA DE UN ESTADO DEMOCRÁTICO, EL PROFESORADO DE
LA ENSEÑANZA PÚBLICA SECUNDARIA ESTAMOS DISPUESTOS A LUCHAR EN DEFENSA DE LA MEJORA DE
LA ENSEÑANZA, PONIENDO SIEMPRE TODO NUESTRO EMPEÑO EN EL BUEN FUNCIONAMIENTO DE NUESTROS
CENTROS, EN LA ALTA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA IMPARTIDA EN LOS IES, EN LA DEFENSA DE LOS
INTERESES DE NUESTROS ALUMNOS Y EN QUE TODO ESTO CONTRIBUYA A SALVAGUARDAR SU FUTURO.
(Este documento ha sido extraído
del Manifiesto y la Plataforma reivindicativa elaborados por la Asamblea del Profesorado
de Secundaria en defensa de la Enseñanza Pública y aprobada por 149 IES de Cataluña)