MATERIA

Ésta es una palabra común en los libros, pero infrecuente en el habla. Es, en efecto, un cultismo; mantiene la forma latina, pero sus dos significados vulgares (próximamente trataré el lexema vulg-) han pasado a madera, resultado de la evolución fonética de materia, ae; y a cosa, resultado de la evolución fonética de causa, ae. Los significados cultos se han mantenido invariables, como en latín. Antes de seguir adelante, conviene observar la coincidencia del latín y el griego en señalar a la madera como la materia per se, de la que todas las demás materias toman prestado el nombre. En efecto, materia en primer lugar, y luego bosque y piedra y todo lo que como en latín o en español cabe bajo el nombre de materia, se llama en griego ulh (hýle). Es la palabra que junto con morjh (morfé) = forma, dará lugar a la teoría aristotélica del "hilemorfismo". La forma es, pues, el opuesto-complementario de materia. Desde Einstein, el otro opuesto de la materia es la energía. Y finalmente en el plano del desarrollo espiritual del hombre, está en oposición al espíritu. Es evidente que la materia es el elemento indispensable en la construcción tanto física como metafísica del universo; aunque a esos niveles (hay que incluir el atomismo de Demócrito) todo es bastante metafísico. Volviendo al latín materia, fue con toda seguridad la madera, la que primero se designó con esa palabra. Se empleó también para denominar la rama del árbol y el sarmiento. El adjetivo materialis significó antes "de madera" que "material" en oposición a espiritual. Materiarius faber era el carpintero, materiaria fábrica, la carpintería, y llamaban materiatura al trabajo de carpintería. Materio, materiare, materiatum era construir con madera; y su forma deponente, proveerse de leña o ir a cortar leña o madera. El adjetivo materinus (de madera) se usaba para referirse a la dureza, consistencia y solidez de una cosa. Es evidente, pues, que la madera empezó siendo la única materia. A partir de ahí se extendió ya su significado, invadiendo el territorio de res (cosa) y abarcando todos los valores que tiene en nuestra lengua. Hay que hacer notar que en la misma familia léxica tenemos mater (madre), por más que proceda del griego mhter (méter), que cuando se emplea como metáfora fuera de la biología, tiene notables puntos de contacto con "materia".

No deja de ser chocante que nos veamos obligados a utilizar una palabra que en su origen significó tan sólo "madera" para explicar incluso la construcción del universo, y que estemos ya en los conceptos (de momento, metafísicos) de materia y antimateria; que estemos hablando de materia inerte y materia viva; que a causa de la dualidad materia / espíritu, se haya creado toda una corriente de pensamiento bajo el nombre de materialismo, que abre una oposición más frente a idealismo; que se haya dado lugar a tantos opuestos; que en fin de cuentas haya sido inevitable (porque esa es la verdad que discurre en el fondo de toda esta tormenta léxica) darles nombre a las emanaciones más sutiles de la materia, como son la forma, la energía, la antimateria, el espíritu, el ideal o los ideales. Es que, como diría Teilhard de Chardin, poquísima materia es capaz de generar un gran espíritu, igual que como diría Einstein, poquísima materia puede generar una enorme energía; o como diría un político, con una materia prima insignificante, sostenida en una realidad de muy poca monta, se pueden desatar auténticos vendavales idealistas.

Mariano Arnal

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